Los hosteleros critican la falta de control municipal sobre el botellón

Los hosteleros critican la falta de control municipal sobre el botellón
El macrobotellón celebrado en Halloween dejó grandes cantidades de basura en Méndez Núñez patricia g. fraga

Los locales de hostelería dedicados al ocio nocturno en la ciudad están muy lejos de remontar el vuelo en paralelo a las tímidas subidas puntuales del consumo. El sector avisa de que su situación económica y su supervivencia se han complicado más que nunca en los últimos meses debido al creciente éxito del botellón juvenil en los jardines de Méndez Núñez. Para la Asociación de Hostelería de A Coruña resulta reprochable que, mientras unos negocios que generan puestos de trabajo sufren los efectos del consumo de alcohol en la calle, el Ayuntamiento mire para otro lado ante una práctica ilegal en la que se implican menores.
Este verano ha supuesto un gran punto de inflexión para los pubs y discotecas coruñeses. “El ocio nocturno va bien, sobre todo el botellón, que es lo que está funcionando a tope”, ironiza el presidente de la Asociación de Hostelería de A Coruña, Héctor Cañete. El último episodio de macrobotellón registrado en la ciudad, el pasado lunes coincidiendo con la festividad de Halloween, ha aumentado el malestar de los empresarios agrupados en este colectivo. El lunes alrededor de 2.000 jóvenes tomaron los jardines de Méndez Núñez en un encuentro masivo para beber que rebasó los límites habituales fijados en Entrejardines y se extendió hasta la zona ubicada frente al Copacabana.
“Todas las pérdidas son para nosotros”, incide Cañete, en contraposición a la cada vez más en auge moda de beber alcohol en las calles. Según la entidad que preside, la climatología se alió este año con los jóvenes y como el buen tiempo y las temperaturas agradables se extendieron hasta esta misma semana “el botellón alcanzó unos niveles nunca vistos”.

prohibir para civilizar
Desde que comenzara la primavera y hasta ahora se han celebrado algunas de las quedadas “más grandes” que se recuerdan y los hosteleros exigen al Ayuntamiento que opte por la única solución posible: “Prohibir el botellón como hacen en todas las ciudades civilizadas”.
Esta dinámica que ha movido a más gente a los Jardines de Méndez Núñez ha ampliado la ya de por sí profunda brecha económica de los negocios hosteleros. “Evidentemente ha habido más pérdidas porque ha habido muy buenas noches hasta ahora y esto nos perjudica porque no se ha registrado el mismo gasto en los locales”, subraya.
En este contexto, el empresariado exige al Gobierno local que imponga el cese de esta práctica callejera porque “la hostelería es una actividad económica de la que viven miles de familias en la ciudad y hay que defenderla”.
De hecho, se sienten engañados por la Administración local porque hace ya algunos años, cuando se negoció la ley del alcohol a nivel autonómico, los hosteleros aceptaron multas de hasta 600.000 euros si eran descubiertos vendiendo alcohol a menores.
“A cambio los ayuntamientos tenían que aprobar la supresión del botellón y algunos como A Coruña no han cumplido su parte”, destaca. Para Cañete “no es justo que a nosotros nos pueda perseguir la Policía Local por esto mientras miles de jóvenes, muchos de ellos menores, beben alcohol en las calles sin ningún tipo de control cuando es obligación municipal ejercerlo”.
Además de esta problemática, el colectivo recuerda que mientras desde María Pita se intenta subir algunos impuestos, nada se sabe de los gastos que supone a las arcas municipales la limpieza de los restos de cada botellón.

Los hosteleros critican la falta de control municipal sobre el botellón

Te puede interesar