Los hosteleros afean que la tardanza de la Marea en anunciar las fiestas los deja sin tiempo para prepararse

Los hosteleros afean que la tardanza de la Marea en anunciar las fiestas los deja sin tiempo para prepararse
Las terrazas tuvieron una gran afluencia ayer durante todo el día pese a que el tiempo fue más inestable | quintana

El cantante Raphael no solo conquistó al público que se congregó en la noche del sábado en María Pita, sino que también convenció al gremio de la hostelería por el retorno económico que le supuso su visita. Este año los miembros de la Asociación de Hostelería de A Coruña están algo más contentos con el programa de fiestas, si bien critican que el Ayuntamiento de la Marea siempre espera demasiado para anunciar el calendario sin dejarles apenas un margen para organizar turnos y stock, así como contratar a más personal para aquellos días que sea necesario. Estas sensaciones agridulces llegan después de un mes de julio que, en general, ha sido negativo para los negocios.
“Después de vivir años anteriores con fracasos auténticos, la de Raphael fue una noche muy buena”, afirmó ayer el presidente de la Asociación de Hostelería de A Coruña, Héctor Cañete, que aún así se muestra cauto sobre el efecto que puede tener el calendario festivo en los balances del sector debido a que todavía quedan mucho agosto. De hecho, de los conciertos de María Pita no todos dejaron tan contentos a los empresarios como el del sábado.
Para Cañete, al igual que para sus compañeros, es importante atraer a un público más variopinto y también a la gente mayor porque “es la que consume, los jóvenes hacen botellón”. Si bien están satisfechos con que “después de tres años se vaya normalizando el cartel de las fiestas”, consideran que el Gobierno local no los está teniendo en cuenta a la hora de dar a conocer los artistas que vendrán y las fechas.
“Las informaciones que tuvimos fueron muy tardías y no es fácil organizarse casi de un día para otro”, destaca el presidente de la agrupación. Y es que hay que encargar la suficiente cantidad de productos para atender adecuadamente a los clientes pero también “trabajar con esas fiestas cambiando vacaciones o turnos” del personal.

Según el poder de atracción
En muchos casos, se necesita doblar horas o hacer contratos puntuales por días sueltos según se calcule el tirón que puede tener uno u otro grupo o cantante. Al margen de que se anuncien los eventos apenas dos semanas antes de que comiencen, los programas todavía tardan algunos días más en llegarles a los establecimientos.
Por ello, afean la actitud de Marea Atlántica en este sentido y piden que para otras ocasiones cualquier celebración se comunique con un tiempo suficiente de reacción detrás de los mostradores. Estas fiestas, por ejemplo, son una de las grandes esperanzas de los hosteleros, que han comenzado el verano sin demasiadas buenas noticias. Como suele ser habitual, las impresiones “van por parroquias porque han gente a la que le fue bien, que fue la menos, y el resto se está quejando bastante porque julio fue muy flojo”.
En estos últimos días se está viendo a mucha gente en las terrazas pero Cañete recuerda que “tres días no hacen el verano”, por lo que después de que el mes pasado en general fuese “muy malo” queda esperar que ahora evolucione mejor. El colectivo reconoce que “la climatología no ayudó nada” porque redujo la afluencia de turistas y ahora el sol constante tampoco es lo que más favorece a las cajas registradoras.
Cuando el día de playa es indudable los locales pasan la tarde –algunos también la mañana– vacíos y si consiguen a algunos consumidores es una vez comienza a anochecer. l

Los hosteleros afean que la tardanza de la Marea en anunciar las fiestas los deja sin tiempo para prepararse

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