Los héroes de los animales domésticos

La amistad de los bomberos con los animales se intuía después de que el cuerpo de extinción de incendios decidiese compartir protagonismo con ellos en su calendario de este año. Pero lo de esta semana va camino de alcanzar algún récord y pronto serán los héroes de las mascotas. 
En apenas siete días los efectivos del servicio público se hicieron cargo de perros, gatos e, incluso, gaviotas. Aunque parezcan más propios de películas, este tipo de rescates también existen en A Coruña.  
Sin ir más lejos los bomberos se desplazaron hace unos días hasta la calle Barcelona para evitar la caída de un perro que quedó colgando sobre un tendedero a la altura de un sexto piso. Finalmente no tuvieron que intervenir, pero vivieron momentos realmente tensos esperando a que la Policía Local les dejase forzar la puerta de una vivienda para evitar un fatal desenlace. 
La semana fue más de gatos que de perros. El pasado fin de semana no tuvieron una sino dos llamadas para acudir a dos puntos de la ciudad para salvarle una de sus siete vidas a dos mininos. 
En el primer caso se vieron obligados a bajar a un animal de la rama de un árbol en Santa Margarita, mientras que al segundo lo sacaron del rincón en el que se había atrincherado en los bajos de un coche.

gatos y gaviotas
Que nadie piense que están descuidando a la ciudadanía porque las colaboraciones con el mundo animal se dieron entre salida y salida para atender pequeños fuegos y alguna que otra limpieza de calzada. El sábado, que fue especialmente intenso en avisos de menor importancia, batieron todos los números al acudir a ayudar a varios miembros de la fauna de la ciudad. 
Los operarios entraron en un piso de Adelaida Muro para apagar un incendio que se había originado en unos cables. El incidente se solventó rápido y no fue necesario evacuar a los vecinos a excepción de uno: un gato. 
La mascota de la familia tuvo miedo al ver las llamas y se escondió en el armario de una habitación para ver el suceso desde la barrera. Gracias a su pericia y a la ayuda de sus rescatadores no sufrió ningún daño.
Ya por la tarde se desplazaron a las calles de Tui y Troncoso y la avenida de Finisterre para recoger a cuatro crías de gaviotas que estaban heridas o atrapadas. 
Las aves estaban empezando a volar y hacían picados hacia los patios y luego no conseguían remontar el vuelo. Molestos con los ruidos, los vecinos avisaron. 
Con este currículum no es de extrañar que quisieran apoyar a la protectora Pegadas en su tradicional almanaque de 2016.