“Hemos conseguido en cinco años aficionar al gran público a la música sinfónica”

Constantino se considera cinéfilo y melómano empedernido, a la vez. Por eso no hay semana que vaya, al menos, dos veces al cine ni película que vea en la que el oído no funcione tanto o más que los ojos. Ama las bandas sonoras y eso se lo transmite a la batuta y a sus pupilos porque la máxima para entrar en la Film Symphony Orchestra es, sin duda, la de quererlo como al instrumento. Son algo así como mamá y papá.
Solo así, el séptimo arte echa a volar en un auditorio como el del Palacio de la Ópera, donde la formación escupirá mañana a las 19.30 horas su guión como si de un estreno se tratara. Cuenta el director que de la última oscarizada “Los odiosos 8”, de Quentin Tarantino y con E. Morricone disparando notas, pasarán a “Star Wars VII. El despertar de la fuerza”, de J. Williams, para situar a las emociones sobre puntos suspensivos con “Psicosis” e imaginar a Steve McQueen escapando en moto una vez más en “La Gran Evasión”: “Habrá también cine romántico con ‘Cinema Paradiso’ y una suite bellísima de Rachel Portman, la primera mujer que ganó un Oscar, en “Chocolat”. Mucha ficción y una apertura traviesa como “Gremlins” para continuar en un paseo, donde Constantino asegura que es imposible esquivar al poder evocador que tienen las bandas sonoras: “Nos teletransportan a cada secuencia. Escuchando la de ‘Memorias de África’ es imposible no visualizar la avioneta. La música de cine es como un perfume, te lleva a un recuerdo”.
Y como todo, asume que también las hay muy malas: “Haendel escribió sinfonías que pasaron sin pena ni gloria”. Todo depende de si “el director la cuida más o menos”. Sin embargo, son pocos los que no miman a las orejas: “Tarantino o Coppola son grandes que tienen claro que la música es importantísima”. Hitchcock lo dijo muchas veces: “El éxito de ‘Psicosis’ es, en gran parte, por Hermann que supo ambientar el misterio”.
El director habla de sus binomios favoritos, de Spielberg y Williams, pero también de Almodóvar y Alberto Iglesias, “dos verdaderas joyitas” y aunque construir el repertorio “me da muchos quebraderos de cabeza”, el resultado se palpa porque “hemos conseguido en cinco años aficionar al gran público ya no solo a la música de cine, también a la sinfónica. En muchos casos, no habían venido nunca a ver un concierto de música clásica y este les despierta una inquietud”.
Constantino vaticina un “conciertazo” que irá de Conan el Bárbaro a Harry Potter para aterrizar en la realidad con “La lista de Schindler” y cabalgar con “Silverado”: “Es un cóctel explosivo” en el que los músicos “estarán entregados al 200%” y su director hará también de contador de historias para poner a los espectadores en situación ante cada derecho y revés que tenga reservado el repertorio.
De A Coruña, la Film Symphony Orchestra se irá a Madrid y Barcelona a interpretar “Frozen”. Por delante, les queda muchas pelis que repasar y una gira en 2017 que los mandará a Estados Unidos y Latinoamérica a repartir la magia de una pantalla grande y también sonora.