“He visto morir empresas solo por falta de liquidez, con un proyecto que no era malo”

“He visto morir empresas solo por falta de liquidez, con un proyecto que no era malo”
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El futuro de la economía gallega pasa por la capacidad de las empresas para contratar. Así lo entiende el presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), José Manuel Fernández Alvariño, que le reclama a la Administración autonómica que encuentre “fórmulas imaginativas” –“lo que había hasta ahora funcionaba regular”– para incentivar la contratación.
Lanza así la idea de las rebajas en la cotización a la Seguridad Social, bajo la denominación que más le guste a la Xunta: “Usted incentive la contratación –interpela a la Administración–, yo me comprometo a contratar a una persona”. “Y 180.000 empresas que contraten a una persona son 180.000 parados menos en Galicia”, razona.
Alvariño, que ayer visitó las instalaciones de El Ideal Gallego, al que deseó un brillante futuro a través de su firma en el Libro de Oro del periódico, manifiesta con convicción que “el principal activo de una compañía es el equipo humano”, y abunda en la importancia de proteger esos equipos desde ámbitos como el bancario. “He visto morir empresas solo por falta de liquidez, con un proyecto que no era malo”, explica como ejemplo de la necesidad de que la banca sea “más racional” a la hora de ofrecer créditos y facilidades a las empresas. “La banca no acaba de entender que su principal negocio es vender (prestar) dinero”, lamenta, antes de conceder que, no obstante, desde hace un par de meses se ve un pequeño movimiento por parte de las entidades. 
Actividad de la que a él le gustaría que se beneficiasen las pymes, que “son las que contratan”. Porque si bien defiende las medidas de apoyo por parte del gobierno autonómico, considera que deben tener un control. “Si la empresa va a morir, no le des un duro”, argumenta. Y aclara que la condición indispensable para obtener ayuda es la existencia de un proyecto empresarial serio, con continuidad y carga de trabajo. 

galicia global
En este panorama que desea para una Galicia global en el ámbito empresarial, defiende la permanencia de los tres aeropuertos gallegos al entender que supone “una ventaja competitiva”. Siempre con “coordinación y sin localismos que cercenan la capacidad de crecimiento”, advierte. Así lo indicó también en el Foro de las Luces 2014, en el que participó ayer y donde lanzó un “mensaje de optimismo” respecto al futuro de la economía de la comunidad, en la que destaca los “liderazgos” que se han asumido en los sectores de la automoción y de la pesca –con sus “magníficos” puertos y el “repunte espectacular” del de A Coruña en el tráfico de cruceros, apunta–, así como en el naval, el forestal y el lácteo.
En este sentido, con la seguridad de que estos sectores van a subir, augura respecto a las previsiones económicas que Galicia este año tendrá “un plus” de dos décimas por encima de las previsiones estatales, que según la patronal serían de entre un 1,4% y un 1,6% este 2014 y entre el 1,8% y 2% el próximo año. “En Galicia sí se pueden confirmar dos puntos por encima de estas previsiones”, asegura.
Y manifiesta asimismo sus buenas sensaciones en lo relativo a nuevos nidos de mercado, con “proyectos reales”, como la plataforma empresarial transfronteriza y el objetivo de generar competitividad, innovación y ayuda a las pymes con fondos europeos para el período 2014-2020.
Con este ánimo de lograr la unión empresarial para el desarrollo de proyectos y conseguir la cooperación de la Administración, Alvariño asume el reto de liderar la CEG, posición desde la que tiene muy presente la importancia de encontrar planteamiento comunes con los sindicatos. Se presenta como un convencido de que entre los empresarios y los sindicatos hay “más puntos de encuentro, que de desencuentro” y aboga por una labor conjunta para lograr objetivos como las facilidades para la contratación. Agradece al respecto el “acercamiento” de UGT y CCOO, con los que la Confederación de Empresarios se ha sentado a hablar desde la búsqueda del bien común. 

“He visto morir empresas solo por falta de liquidez, con un proyecto que no era malo”

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