“Han dicho ‘recorta’ y recortan, y hay gente que se está muriendo en las listas de espera”

“Han dicho ‘recorta’ y recortan, y hay gente que se está muriendo en las listas de espera”
Joaquín Cayón sufre graves problemas de movilidad y necesita un bastón para desplazarse javier alborés

La historia de Joaquín Cayón González es la de un trabajador que vive una vida normal hasta que un accidente laboral se cruza en su camino. De repente, no puede trabajar, pero tampoco consigue que le firmen la invalidez, tras más de 30 años cotizando. Así que, desde hace años, mantiene una lucha kafkiana contra el juzgado que le denegó la invalidez, contra los médicos que cometieron una negligencia y contra la Seguridad Social. Con graves dificultades de movilidad, se pasa la mayor parte de su tiempo en su piso del barrio de O Castrillón, con la esperanza de que un día le hagan justicia.

Diez años es mucho tiempo para estar en esa situación.
No me reconocen la invalidez aunque no puedo seguir conduciendo ambulancias. El accidente lo tuve el 13 de agosto de 2007. Trabajaba en Servicios Sociosanitarios de A Coruña cuando sufrí esta lesión.

¿Cómo fue?
Me enviaron a mí, un conductor, a recoger a una paciente. Me pegó un tirón, caí hacía atrás y me golpeé en la espada.

Pero se lo trataron, ¿no?
Me empezó a tratar la Mutua Gallega: me dio diez dosis de Inzitán seguidas. Luego descubrí que la dosis permitida era mucho menor.

¿Cómo le afectó?
Me dio una trombosis. Cada pierna eran dos troncos. Me dieron el alta pero, a partir de ahí, empecé a no poder andar, y cuando baja la temperatura tengo las manos y las pies helados. Se llama la enfermedad de Raynaud. Y además, también sufro fibromialgia.

¿Cuándo se enteró?
En invierno noté que no podía andar, el frío me afectaba mucho. Tuve que recurrir a un médico privado que me dijo que tenía en la zona lumbar varias vértebras dañadas, cinco o seis, y tres o cuatro en las cervicales.

¿Qué le dijo?
Me envió a un colega suyo. Y me descubren que en las piernas no tenía pulso. Me dicen: “Joaquín, si te das un golpe en las piernas se te van a necrosar y te las vamos a tener que cortar”.

Y se operó.
Me dieron una cita para que me viera el especialista en un plazo de nueve meses. Pero no me quedó más remedio que operarme por la privada, lo que me costó más de 20.000 euros.

¿Recurrió a los tribunales?
Para que me dieran la invalidez. Fue en 2012, pero a pesar de que presenté la documentación, me dijeron que podía seguir conduciendo ambulancias.

¿Y puede?
¡Claro que no! Si no puedo pasar frío, ni levantar pesos. Y además, tomo muchos medicamentos opiáceos y antidepresivos. Gasto 100 euros en medicinas al mes, no puedo conducir bajo sus efectos. Podría tener un accidente y matar a alguien.

¿Presentó un recurso?
Quise, pero no podía hacerlo. Estaba la ley de tasas y mi abogado decía que me podía costar más de mil euros. Y yo solo cobro 426 euros.

Fue entonces cuando recurrió al Tribunal del INSS.
Sí, así que me presento el año pasado y me dicen que lo mío es una enfermedad común, porque el documento no refleja varios de mis problemas, y me vuelven a denegar la invalidez.

Aún así, no se rindió.
No. Hago un escrito y voy al Colegio Médico y al INSS y en esta me reconocen en una carta que no puedo conducir ambulancias ¿Entonces, a que venía denegarme la invalidez? Se lo callaron en el juicio.

¿Por qué iban a hacer eso?
Porque les han dicho “recorta” y recortan, y hay gente que se está muriendo en las listas de espera.

¿Y la jueza?
No me reconoció la ley marco de 1989 y se ha saltado varias normas: de Sanidad, Trabajo e Interior. Así que presenté un escrito al Decanato de jueces, que a su vez lo tramitó a la Fiscalía, que dijo que, como podía estar implicada gente aforada (la misma jueza) lo pasaron al Tribunal Superior y al Consejo General de Poder Judicial en Madrid.

¿Cómo se siente después de tanto tiempo peleando?
Comprendo a los jóvenes que se van a otro país a pegar tiros. Este año cumpliré 60, pero si tuviera 23, también estaría desengañado, porque el sistema no funciona.

“Han dicho ‘recorta’ y recortan, y hay gente que se está muriendo en las listas de espera”

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