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miércoles | 24 abril | 2024
La Guardia Civil acudió ayer a la zona de As Conchiñas para realizar una incautación. Tenían constancia de que en uno de los locales de esta parte del barrio de Agra do Orzán se estaba vendiendo tabaco de contrabando y, en efecto, localizaron en un kiosco de prensa 1.280 cajetillas. Los encargados de realizar esta incautación fueron agentes de la Patrulla Fiscal Territorial.
El tabaco, de diferentes marcas, estaba expuesto a la venta sin los correspondientes precintos reglamentarios, de ahí que los guardias civiles pudieran sospechar a simple vista que la mercancía que se estaba vendiendo había sido pasada de Contrabando. El valor del género aprehendido ronda los 5.000 euros, lo que libra al dueño del local de ser acusado de un delito, dado que por debajo de 6.000 euros se convierte en una simple falta administrativa.
Aún así, el dueño del kiosco puede tener que hacer frente a importantes multas. El importe exacto de la pena depende de la Agencia tributaria, dado que se trata de un delito fiscal, pero su cuantía puede elevarse a miles de euros, dependiendo de las circunstancias, hasta llegar a 300.000.
Al no superar los 6.000 euros, el responsable no será acusado de un delito y se enfrenta a una multa
A Bergondo > Los guardias confeccionaron un acta de aprehensión y depositaron las labores de tabaco a disposición de las autoridades aduaneras de A Coruña. La nave donde se depositará la mercancía se encuentra en Bergondo y más tarde se entregará a una empresa para que la ponga en venta de una manera legal.
No es raro que la Guardia Civil, entre cuyas funciones se encuentra la vigilancia aduanera, confisquen pequeñas cantidades de tabaco, incluso a particulares, como ocurrió hace unos meses en el aeropuerto de Alvedro, donde unos agentes encontraron entre el equipaje de una pareja de nacionalidad rumana 800 cajetillas de tabaco. Los dos sujetos procedían de Canarias, y son las conexiones con estas islas las que más vigila la Guardia Civil cuando trata de detectar contrabando de tabaco porque existe una enorme diferencia de precios de venta de cigarrillos en el archipiélago con respecto a los de la Península. Es por eso que en el Alvedro se han llegado a aprehender alijos valorados en unos 6.000 euros, lo que ya entra en la categoría de delito.
