La Guardia Civil denuncia a cuatro minoristas tras un control rutinario en la Lonja

La Guardia Civil denuncia a cuatro minoristas tras un control rutinario en la Lonja
Un instante de los controles realizados ayer

Cuatro minoristas que trabajan con la Lonja de A Coruña salieron ayer de las instalaciones portuarias con denuncias por parte de la Guardia Civil y la retirada de todo el pescado que habían comprado en las subastas. Mientras los agentes justificaron que se les obligase a enviar la mercancía a la beneficencia por “irregularidades en el etiquetado y en el transporte”, los empresarios afearon que se les hiciese perder su dinero por un error de las casas subastadoras y, en última instancia, del Muro coruñés.
La Guardia Civil estima que el resultado del control rutinario en la infraestructura acabó con las denuncias así como con “300 y pico kilos de pescado y 13 de moluscos” decomisados, que los propios afectados llevaron a un almacén frigorífico que después los haría llegar a las entidades benéficas de la ciudad.
Sin embargo, las estimaciones que hacen los usuarios de la Lonja son muy distintas, pues creen que se les perjudicó demasiado con la retirada de las compras del día cuando se les podría haber impuesto únicamente una sanción económica. Aún así tampoco la verían justa porque el fallo en las etiquetas, por las que no coincidían unos códigos –que fue lo que alertó a los agentes– se produjo en el proceso de venta, por parte de subastadores, y no tuvieron nada que ver en el asunto.
“Pagamos sempre os mesmos e o que máis nos indigna é que os responsables de facer a expedición dos documentos non saben facelo ben e mañá ocorrerá o mesmo”, lamentó Javier Varela, un pescadero de Carballo que a pesar de presentar toda la documentación se quedó sin la mercancía para su negocio.
Lo mismo le sucedió a Eduardo López, un vendedor de la Lonja de Fisterra que acudió a A Coruña a pujar por distintos productos. Desde su punto de vista incluso la sanción le correspondía a los intermediarios porque el compró el “pescado legalmente” con las medidas adecuadas y sin ningún problema sanitario. López estima que solo a él le retiraron “300 kilos” de dorada, chipirón, lubina, salmón o lenguado, entre otras especies, lo que no coincide con las cifras oficiales. Además, según cuenta, la Guardia Civil le dijo que si no los trasladaba él a la congeladora se llamaría a un camión de cuyos costes se tendría que hacer cargo.

La Guardia Civil denuncia a cuatro minoristas tras un control rutinario en la Lonja

Te puede interesar