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sábado | 20 abril | 2024
Una avenida de Alfonso Molina en la que los coches pierdan protagonismo y cedan espacio a los peatones y al transporte público. Esa es la apuesta del Gobierno local para una reforma de la principal vía de entrada y salida de la ciudad para la que rechaza la ampliación de los carriles.
En María Pita tienen claro que una de las medidas para acabar con los accidentes y los atascos en esta avenida pasa por buscar un modelo que se acerque a la realidad urbana y que se aleje de las autopistas. En la actualidad el límite de velocidad es de 80 kilómetros por hora, pero la presencia de radares en algunos puntos no impide que muchos conductores superen esta marca con creces.
El concejal de Movilidad, Juan Manuel Díaz Villoslada, destacó la línea general que seguirá el Ayuntamiento para reformar la avenida de Alfonso Molina. “La solución no es la ampliación de carriles, sino la creación de una red de transporte público”, explicó ayer en María Pita. Para llevar a cabo esta medida que facilite, entre otros asuntos, el tránsito constante de vehículos procedentes del área metropolitana que provoca atascos diarios, el concejal de Movilidad insta a una cooperación conjunta entre “la Xunta, Fomento y el Ayuntamiento” para realizar una fructífera gestión de un plan de transporte metropolitano.
Conexiones ferroviarias
Un amplio refuerzo de las líneas de autobús y una mayor inversión en las conexiones ferroviarias son las vías principales que desde el Ayuntamiento proponen como alternativa a este incremento de viales en Alfonso Molina. Porque, tal y como recalcó ayer Villoslada, “por muchos carriles que ampliemos las soluciones de movilidad no se arreglan de esa forma”.
El concejal hizo mención también a la petición por parte del alcalde de Oleiros, Ángel García Seoane, para que se solucione la situación de la avenida de entrada a A Coruña, donde se producen retenciones de manera habitual, sobre todo en días de lluvia. “Entendemos las preocupaciones, las reclamaciones y las reivindicaciones de los alcaldes del ámbito metropolitano”, dijo, y añadió que “en la ciudad afecta de una forma muy directa la entrada y salida de tráfico metropolitano”.
El fomento del transporte público es uno de los ejes para liberar de tráfico la avenida con más tránsito
Así, reclamó al Gobierno central, y en particular a Fomento, que “impulsen de una forma más importante, con proyectos y presupuestos, toda una serie de vías para vertebrar las comunicaciones metropolitanas de la ciudad con los municipios de alrededor”.
El Ayuntamiento espera ansioso a que se termine la situación de interinidad del Gobierno central para poder avanzar en esta y otras actuaciones. El proyecto de reforma de Alfonso Molina lleva más de dos años en redacción y la inestabilidad en Madrid, unida a los cambios introducidos por el Gobierno local durante el pasado mandato, provocan que todavía no exista un documento definitivo y menos que se hayan licitado las obras. La idea general para la reforma pasa por una humanización de la avenida. En términos globales, esto pasa por reducir la velocidad de la circulación, expandir tanto las zonas peatonales como las verdes, incluida una mayor presencia de arbolado, la incorporación de un carril bici y la mejora de otros aspectos que fomenten el transporte público.
Mientras el proyecto sigue en redacción, la obra se dividirá en tres proyectos. Por una parte está lo que sería la ampliación, que podría verse reducida a lugares puntuales o a vías de acceso, la urbanización de sus márgenes y la pasarela de Pedralonga. Este último paso peatonal debería ser el que primero esté listo y solventar una reclamación de los vecinos de este barrio desde hace años.
El Ayuntamiento mantuvo en los últimos meses reuniones con el Ministerio de Fomento aunque sin grandes progresos debido a que el Gobierno central está en funciones y quedan pendientes de resolución algunos aspectos en los que desde María Pita se quiere profundizar, como mejoras en los accesos a la Fábrica de Armas en previsión de la creación de la Ciudad de las TIC.
