“El Gobierno local ha estado más preocupado por titulares, gestos y cuestiones simbólicas que por una gestión práctica”

“El Gobierno local ha estado más preocupado por titulares, gestos y cuestiones simbólicas que por una gestión práctica”

José Manuel Dapena asegura que el primer año de la Marea ha estado caracterizado por cuestiones simbólicas más que por una gestión útil para la ciudad, lo que lleva al PSOE a sentir decepción tras la ilusión por el cambio que se produjo hace un año.

¿Qué impresión le deja el primer año de Xulio Ferreiro como alcalde?
La palabra que puede definirlo es decepción. Hemos creado una expectativa de cambio que no se ha visto, se ha producido una política de gestos que no ha ido acompañada de gestión útil y práctica para los ciudadanos, muchas medidas siguen en barbecho. Los ciudadanos no han notado ese cambio práctico en la ciudad, los barrios siguen desatendidos.

¿Por qué no se ha producido ese cambio del que habla?
El Gobierno local ha estado más preocupado por titulares, gestos y por cuestiones simbólicas, que son importantes, que por llevar a cabo una gestión práctica respecto a la ciudad. En referencia al Partido Socialista, ha llevado a cabo una política de enfrentamiento simbolizada en el tema de los orcos que ha expresado el jefe de Gabinete de la alcaldía. En esa política cortoplacista de buscar réditos electorales, se han olvidado de sacar a la ciudad de esa situación de parálisis en la que se encontraba con el Partido Popular y que sigue.

¿Qué cosas positivas rescataría?
La ilusión inicial que se creó, pero que se ha ido desinflando hasta pasar a ser decepción. Su calificación es necesita mejorar, y dentro de esa mejora, tienen que dejar esa política de confrontación con el Partido Socialista, de imposición del rodillo de la minoría y convertir el diálogo en verdadera interlocución. Negociar no es imponer, es conversar y dejarse guiar por los buenos consejos.
¿Y negativas?
Todo ha partido de la falta de voluntad negociadora de Marea. Los ciudadanos no otorgaron mayoría a ningún partido, determinaron que tenía que imperar el diálogo y el consenso y a partir de ahí, articular las medidas de cambio de progreso que reclamaban. Sin embargo, ellos han entrado en una política de confrontación con el Partido Socialista.

¿Cómo definiría la relación entre Marea Atlántica y las formaciones de la oposición?
Con el Partido Socialista, la política era de confrontación como confesaron. Se ofrecieron ante sus electores como intrusos dentro de María Pita y es una postura equivocada, solo beneficia a la derecha y al Partido Popular. Parece que están más interesados en hacer oposición al Partido Socialista que en gobernar.
¿Cuáles son los retos más urgentes que deben acometer en este segundo año?
El reto fundamental es sacar a la ciudad de esta situación de inmovilismo y parálisis. Tiene que relanzarse la actividad económica y resultar atractiva para salir de este letargo. Los números del paro no son verdaderamente favorables, la concesión de licencias está siendo denunciada y el plan de empleo ha quedado en un boceto.

“El Gobierno local ha estado más preocupado por titulares, gestos y cuestiones simbólicas que por una gestión práctica”

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