La gestión del área de Mercados provoca una profunda división entre los vendedores de las plazas

El éxito de la Concejalía de Empleo y Economía Social habría sido total si su gestión de los mercados municipales se midiese por el grado de división generado entre los placeros. Los propios vendedores lo recalcan pues por unos u otros asuntos la Marea enfrentó al colectivo en dos partes bien diferenciadas. 
Quizá los enfrentamientos existían en la retaguardia pero nunca habían asomado tanto como con la llegada del nuevo Gobierno municipal. El mandato comenzó con polémica por la paralización de las obras de reforma interior de San Agustín y las exigencias de la concejalía y un año después las relaciones se han tensado todavía más con la mayoría de los concesionarios. 
El punto de inflexión para ahondar en la fractura entre Ayuntamiento y placeros, por un lado, y  dentro del propio grupo, por el otro, llegó con las negociaciones de la nueva Ordenanza de Mercados. Aunque en principio se abogó por la participación de los interesados –e incluso de la oposición–, la parte mayoritaria de los comerciantes entendió después que no se habían recogido sus demandas en el documento que fue llevado a pleno. 
La disconformidad hizo que PP y PSOE tumbasen la normativa y, de momento, el asunto ha quedado aparcado. Lo que no lo ha hecho son las rencillas de los que estaban a favor y en contra. De hecho, dicen que hay amenazas y que los menos díscolos reciben beneficios de la concejalía.
Como dato positivo, el malestar generado dio lugar al nacimiento de un movimiento asociativo más sólido y a la incorporación de cinco agrupaciones a la Federación de Prazas de Abastos de Galicia.

POSITIVO

interés por solucionar las deficiencias en las concesiones Uno de los representantes del mercado de Adormideras, Francisco Martínez, prefiere hablar a título personal cuando defiende que no se puede culpar a Marea Atlántica de la precaria situación de los vendedores de la galería. “Ellos quisieron arreglarlo a través de la nueva ordenanza, quisieron regularizar a los precarios, y les pusieron trabas”, dice. El placero considera que otras agrupaciones de vendedores “boicotearon” la iniciativa del Ayuntamiento. Además, recuerda que el bajón en el consumo se debe también a la situación de incertidumbre política a nivel estatal.

mayor diálogo Para el presidente de la Asociación de Vendedores Autónomos del Mercado de Elviña, Leonardo Tomé, la falta de presupuesto hasta hace unos días impidió que el Gobierno local pudiese trabajar en pro de las plazas de abastos. “No he visto nada ni negativo ni positivo porque no ha habido oportunidad”, recalca, al tiempo que apunta a que habrá que hacer balance a final de este año pues ya hay dinero. En todo caso sostiene que “hay mucho más diálogo que con los gobiernos municipales anteriores porque el concejal está mucho más dispuesto”. 
 

NEGATIVO

falta de puntos de encuentro y comunicación Las cinco asociaciones integradas en la Federación de Prazas de Abastos de Galicia coinciden en lamentar que no existe un punto de acuerdo con el Gobierno municipal. “Ha sido un año malo porque no nos damos puesto de acuerdo en nada”, resalta la presidenta de la Asociación de Vendedores de la Plaza de Lugo, Chelo Hermida. “La colaboración con el Ayuntamiento no está resultando fácil ni factible”, subraya su homóloga en la Asociación de Vendedores de San Agustín, Ángela Barrán.

freno a la nueva ordenanza Las entidades están molestas con la decisión de no seguir negociando la normativa. Aunque pidieron que se tumbase el documento que llegó a pleno, creen que deberían haber seguido hablando.

incumplimiento de los compromisos En las asociaciones de San Agustín, Monte Alto, As Conchiñas, plaza de Lugo y en Defensa del Mercado de Elviña aseguran que las promesas se las lleva el viento. “Aprendieron demasiado rápido a decir sí para quedar bien pero la agilidad no es una de sus virtudes”, critican en San Agustín. Ahora confiesan que sienten “desconfianza”.

problemas en las infraestructuras La Marea paralizó la reforma de San Agustín que había iniciado el PP y tardó casi un año en recolocar a algunos de los placeros. Otros aún esperan que se les permita mudarse de los puestos provisionales, en donde están perdiendo clientes e ingresos. El montacargas que se quedó inutilizado en la plaza de Lugo en enero sigue sin arreglar.

bases confusas para optar a los puestos Una vez que se han sacado a concurso 48 puestos en Monte Alto entienden que las bases “son retorcidas” y que no recogen las ventajas anunciadas.

trato desigual y discriminatorio Según aseguran desde algunas entidades, aquellos grupos de placeros que no han mostrado ningún tipo de oposición a las decisiones de la Concejalía de Empleo y Economía Social han obtenido beneficios tanto para actividades como para cambios de puestos.

sin avances en santa lucía El compromiso con los vendedores se rompió y la negociación para la obra del espacio con la Xunta no han avanzado.
 

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