General Dynamics se cierra en banda a las propuestas de futuro de la fábrica

Ni el conselleiro de Industria ni los propios trabajadores han logrado que General Dynamics reconsidere su intención de cerrar definitivamente la fábrica de A Coruña. La compañía no se ha movido de su postura ni siquiera ante las presiones de la Xunta ni ante la negativa de los comités de negociar la salida de los trabajadores. La multinacional sigue sin querer en su futuro a la planta coruñesa y se mantiene firme en las condiciones de regulación de su plantilla.

Después de tres semanas de negociaciones, trabajadores y compañía se volvían a reunir ayer en Madrid para tratar de alcanzar \“in extremis\” un pacto para acercar posturas. Pero la firmeza de una y otra parte hicieron imposible un entendimiento.

propuesta

Los empleados, obstinados en salvar el futuro de la Fábrica de Armas de A Coruña y el mayor número de puestos de trabajo posible, propusieron a la compañía que convirtiera el ERE en un ERTE (una regulación temporal), que permitiera ampliar el plazo marcado por la multinacional. Con esta estrategia, los trabajadores buscan la oportunidad de diseñar una serie de alternativas para avalar el futuro de la planta de Pedralonga.

Es lo mismo que el propio conselleiro de Industria, Francisco Conde, transmitió a los portavoces de la compañía durante la reunión que mantuvieron el pasado lunes. El resultado en este caso volvía a ser el mismo. Ni el emisario del Gobierno autonómico conseguía hacer desistir a la multinacional de sus planes para cerrar por completo la actividad industrial en A Coruña.

Los trabajadores entregaban la propuesta a la empresa a las 14.15 horas. La multinacional les volvía a citar a las 16.30 horas para valorarlo. El comité confiaba en que la empresa pusiera sobre la mesa una contraoferta sobre la que negociar. Sin embargo, nada cambiaba en esta nueva conversación. Apenas \“un leve movimiento\” avanzaban fuentes presentes en la reunión, pero sin mucha significación. Hoy continúan las negociaciones.

Demostrada la falta de entendimiento entre ambas partes, los plazos de negociación continúan adelante. La empresa sigue fijando el día 15 de marzo, el próximo viernes, como límite del periodo de consultas del ERE que afecta a 700 de sus 1.300 trabajadores en España y el cierre de la fábrica coruñesa. Si esa fecha llega sin haber alcanzado un acuerdo, los trabajadores se encerrarán en el interior de la factoría para luchar contra los planes de la empresa. La multinacional mantiene su plan para cerrar la fábrica y, según apuntaron ayer fuentes de la compañía, en base a los plazos legales del ERE, la actividad industrial cesaría en la planta de Pedralonga \“no más tarde del mes de junio\”.