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jueves | 25 abril | 2024
Lo que los trabajadores han luchado por evitar durante más de un mes se producirá de forma irremediable en el mes de junio. La Fábrica de Armas de la ciudad cerrará definitivamente sus puertas después de 60 años de actividad en Pedralonga. La multinacional General Dynamics, propietaria de la empresa, presentó ayer ante la Dirección General de Trabajo el documento definitivo para dar comienzo con la regulación de empleo en todas sus plantas, que afectará a unos 700 trabajadores. En el caso de A Coruña, la planta cerrará y serán despedidos sus 172 trabajadores.
El comité sindical denunciaba ayer que la propuesta final no mejora “en nada” el planteamiento de las últimas ofertas y se limita a ofrecer “un 50% del salario, con 12 pagas anuales” a los trabajadores que se adhieran al plan de bajas voluntarias y prejubilaciones. El vicepresidente del comité, José Carrillo, calificaba la noticia como pésima y señalaba que la propuesta económica es “unha miseria”. A sus críticas se sumaba el presidente, Roberto Teixido, que conocía en Madrid, y de manos de General Dynamics, los términos del ERE.
Regulación y cese
Los trabajadores que se quieran acoger a las bajas y a las prejubilaciones voluntarias podrán hacerlo hasta el día 12 de abril, comunicándoselo a la compañía. “A partir de ahí, la empresa enviara listados con los trabajadores despedidos a la Dirección General de Trabajo”, confirmaba Teixido. Los empleados de entre 56 y 60 años podrán ser prejubilados y la indemnización que les corresponde será de 30 días por año trabajado.
Los representantes de los trabajadores señalaban ayer que, como sindicalistas, rechazan las medidas planteadas por la empresa y seguirán luchando por la viabilidad de la fábrica. Ayer mismo, los empleados encerrados en el interior de la planta mantenían una reunión con el portavoz del grupo municipal de Esquerda Unida, César Santiso, para hablar del futuro que quieren para la factoría. Esta mañana se volverán a manifestar por tercera vez.
Además, Teixido exigía una “verdadera implicación de la Xunta en el conflicto”. “Ahora que la decisión está tomada y que el cierre parece inminente es cuando los políticos gallegos tienen que volcarse y demostrar que tienen la capacidad suficiente para conseguir lo que deben”, sentenciaba el portavoz.
