Cuatro generaciones que vistieron la ciudad

Cuatro generaciones que vistieron la ciudad

Entre las muchas sastrerías que tuvo la ciudad coruñesa cabe destacar la Sastrería Iglesias, una rama familiar que dio inicio en 1864 y que finalizó hace apenas unos años con el último miembro de esta histórica saga de sastres coruñeses. 
Hablar de la Sastrería Iglesias es hacerlo de una reputada dinastía de “maestros de la moda en sastrería”. El primero en establecerse al frente de su propio negocio sería Ramón Iglesias Sánchez, (Lalín-Pontevedra- 1839-Coruña 1905) en la calle de Herrerías 6 duplicado. Apenas unos años antes, en 1860, había venido a la ciudad de La Coruña a cumplir sus obligaciones militares procedente de su pueblo natal. Recaló en el almacén de vestuario de la tropa, en donde sus jefes admiran el dominio del oficio y le animan a que abra su propio negocio en la ciudad. Al licenciarse, su principal actividad será la de la confección de los uniformes militares para el Ejército, a cuyo efecto estaba matriculado en el epígrafe de contratas como el único en su género en La Coruña. Comparte esta función con otras sastrerías de Valencia, Sevilla, Barcelona y Madrid, las cuales eran las únicas en España que suministraban la ropa al Ejército español hasta que el Estado decide hacerlos por su cuenta. 
El año de la fundación de la sastrería contrae matrimonio en La Coruña. 
Al paso del tiempo, a su hijo Antonio Iglesias Taboada (Coruña 1875-1949) le corresponderá hacer el traslado en 1920 del negocio familiar a la calle del Riego de Agua 14. Pasa a ser nombrado en 1929 en Barcelona por la Sociedad Mutua de Maestros Sastres La Confianza presidente-delegado de dicha sociedad en La Coruña, adoptando Sastrería Iglesias, un diseño de identidad propio que mantuvo hasta el final.

oficio
Este establecimiento de renombre en La Coruña se hace merecedor de un referente histórico dentro del gremio de la sastrería y también de los ciudadanos amantes de los trajes a medida. Por el establecimiento desde su fundación pasaron cuatro generaciones de miembros de una misma familia, defendiendo el oficio y el arte de sus manos en la confección bien entendida. Para ello trabajaban con géneros de buena calidad, que trataban a la prenda con un mimo exquisito, no en vano han vestido a buena parte de la ciudad coruñesa, incluyendo a diversas promociones de la Policía y del estamento militar desde 1901. 
Cabe mencionar que en Sastrería Iglesias se impartía el oficio artesanal y allí lo aprendieron muchos sastres, para después hacer gala de su valía en otros negocios del ramo.
Lo interesante de esta sastrería es que conservó los patrones de los uniformes de la Policía Municipal, con los cuales se uniformó en 1901, cuando se hace con el suministro del cuerpo, mediante el servicio de contrata que se le otorga el 8 de noviembre de 1900, el cual será posteriormente ampliado. Su primera entrega a la guardia municipal fue el 28 de marzo de 1901 y consistió en 70 roses (casco de fieltro blanco o de charol negro en forma elíptica, llevando gravadas las iniciales G.M.).
También en la sastrería se guardaba un gramófono de la época que constituía una gran atracción para los visitantes y clientes, lo mismo que otras muchas reliquias del pasado. Sastrería Iglesias no solo era un negocio familiar del gusto por el buen vestir, sino que se asemejaba a un auténtico museo del arte de la sastrería, en donde se refleja la constancia por el trabajo y el cuidado de aquellos recuerdos conservados como un legado.
El tercer sucesor en esta saga es Luis Iglesias Álvarez (Coruña 1902-1985) quien en 1929 se marcha a Londres para ampliar su formación en la Minister’s Cutting Academy, en Regent Street. Desarrolla a su vuelta una gran actividad, hasta su jubilación en 1979. Además de su labor profesional de sastre también se ve inmerso en la de promotor inmobiliario, en las denominadas “viviendas de La Corbeira” (1976-1983) como socio de Manuel Vázquez Duro. 

últimos años
Finalmente, su hijo, José Luis Iglesias Rodríguez (Coruña 1935), el cuarto miembro de esta legendaria rama de maestros sastres, toma el relevo generacional en 1972 y sigue con el negocio hasta el 2012, en que cierra sus puertas por jubilación. Dejó el negocio con pena y con sentida nostalgia debido a que no habrá relevo generacional, pero tampoco los tiempos son los que eran y desde hacía algunos años su decadencia era notoria, después de un pasado de glamour, en el que fue un establecimiento de referencia en la ciudad.
Sastrería Iglesias llegó a contar hasta 23 empleados entre los años 1920-1940, suministrando uniformes a los miembros de conserjerías y Guardia Municipal de Ayuntamiento de La Coruña, Betanzos, Finisterre, Malpica, Noya y Oleiros, entre otros. También a la Guardia Civil, el Ejército y entidades como la Diputación y Aguas de la Coruña. 
Confeccionaba además los encargos que le llegaban a la sastrería de todos aquellos clientes particulares, destacando en el corte y acabado de sus prendas, al igual que en la calidad de sus telas y diseños clásicos.
José Luis Iglesias Rodríguez, antes del cierre de la sastrería, dona todos los documentos y maquinaria histórica del inmueble al Archivo Histórico Municipal y al Muncyt, como custodio de su legado institucional.

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