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jueves | 25 abril | 2024
El cementerio de Oza (A Coruña) acogerá este lunes a las 17,00 horas un homenaje a Manolito Bello, un guerrillero antifranquista que fue condenado a muerte hace 70 años, y cuya figura se convirtió en referencia para la resistencia de la ciudad herculina.
Según ha señalado la Comisión Recuperación de Memoria Histórica (CRMH), la última voluntad del joven coruñés, asesinado con tan sólo 21 años, fue que en su tumba se colocara una estrella de cinco puntas conformada por claveles rojos. Durante años, el propio cementerio de Oza vio como un ramo de cinco claveles aparecía colgado en un clavo encima de su tumba, a pesar de la vigilancia de la Guardia Civil de la época.
Tras su muerte, un grupo de personas, entre las que se encontraba su novia Carmiña, entraron después del horario de cierre en el cementerio y colocaron la estrella. Al día siguiente, cuando los agentes la ven, deciden rodear el lugar y hacer guardia permanente durante días.
Manolito Bello y su familia fueron víctimas de la represión fascista de la ciudad coruñesa. Por ese motivo, entra a formar parte de las juventudes del Partido Comunista Español (PCE) en la clandestinidad y fue detenido por primera vez en 1945, con 20 años, por elaborar panfletos políticos.
CONDENADO A MUERTE
Un año más tarde, ingresa en la "guerrilla do alto" que llegarían a elaborar un artefacto explosivo para situar en el edificio de la Falange. Manolito forma parte de la misión, que se acaba abortando por permanecer el conserje en el interior del edificio.
Según relata la CRMH, la Guardia Civil acaba por tenderles una emboscada, y el periodista deportivo de El Ideal Gallego, Arcadio Vilela, que pasaba por la zona, acaba siendo tiroteado mientras intentaba refugiarse en el portal del mismo diario.
El único detenido fue Manolito, quien fue acusado de asesinar a Vilela y condenado a muerte, tras ser víctima de maltrato y torturas. Desde ese momento se convierte en referencia para la resistencia antifascista y un batallón de la guerrilla adopta su nombre.
