Gafas, paraguas y móviles, las pertenencias que más se dejan olvidadas en los buses urbanos

Subir a un autobús urbano y bajar unas cuantas paradas después más ligero de equipaje es una situación que se da con relativa frecuencia en A Coruña. Palparse los bolsillos en busca de las gafas o el teléfono y descubrir que lo más probable es que viaje rumbo a cocheras sucede a menudo. 
Ya sea en trayectos largos o de apenas unos minutos, los usuarios de los buses urbanos tienen tiempo de dejarse olvidado en el vehículo todo tipo de objetos.  Desde los que deberían llevar encima, como prendas de ropa, gafas, teléfonos móviles y carteras  –con y sin dinero– hasta los que sueltan para estar más cómodos durante el viaje o porque necesitan tener las manos libres. En esta categoría, los paraguas son las principales víctimas de la mala memoria.
Y aunque estos, por cotidianos, son los más numerosos entre los objetos perdidos, los más llamativos por lo que destacan no es por su rareza, sino, principalmente, por su volumen. En lo más alto de la lista se encuentra un carrito de bebé –vacío–. Tras él, toda una colección de carros de la compra que se han ido quedando sin un dueño que los llene. 
Entre las sorpresas de los empleados de Tranvías al revisar los vehículos está también un importante número de bolsas con prendas de ropa interior. Un sobre con poemas y un cabestrillo completan el registro de lo más peculiar.
Por último, en el apartado de pertenencias infantiles aparecen en los autobuses desde una catana de juguete a cromos de “Pokémon”. 
Los objetos perdidos se guardan en Tranvías durante un par de días y al cabo de ese tiempo son depositados en la Policía Local. El dinero cuyo dueño sea imposible de identificar se entrega a Cáritas.

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Aunque no siempre se da el caso, lo más habitual es que cuando es un viajero el que se da cuenta de que otro se ha dejado un objeto olvidado, especialmente si es de valor (ipads, tablets, móviles de alta gama, carteras con dinero en efectivo…) lo entregue de inmediato al conductor, lo que facilita que el dueño pueda recuperarlo en breve.
Si alguien llama al 981 250 100 ante la sospecha de haber perdido algo en un autobús e identifica la línea en la que sucedió Tranvías se pone en ese momento en contacto con el conductor para confirmar si el objeto sigue en el vehículo. La rapidez a la hora de darse de cuenta del despiste es clave.
 

Gafas, paraguas y móviles, las pertenencias que más se dejan olvidadas en los buses urbanos

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