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jueves | 25 abril | 2024
La Marina se convirtió ayer, de nuevo, en el punto negro de la jornada. Una furgoneta del servicio de mantenimiento del túnel de la propia Marina y O Parrote que estaba estacionada cayó al agua tras un supuesto incidente con el sistema de frenado de la misma. Los equipos de emergencia tardaron algo más de dos horas en reflotar el vehículo en el mismo punto en el que se precipitó. Aunque en este caso no hubo daños personales, el suceso volvió a poner de relieve la peligrosidad de la zona y la necesidad de que se instalen medidas de protección de forma urgente.
Los vecinos de A Coruña y los cruceristas que acababan de llegar a la ciudad se toparon ayer con una curiosa imagen: el rescate de un furgón que había caído al agua. El suceso se produjo sobre las 10.00 horas, cuando algunos testigos como el presidente de Radio Taxi, Leopoldo Villa, vieron como un vehículo de trabajo que estaba estacionado en la zona peatonal de La Marina comenzaba a moverse cuesta abajo en dirección al agua.
El director de Seguridad del Ayuntamiento, Carlos García Touriñán, explicó más tarde que la furgoneta pudo quedar mal frenada o tuvo algún problema por el cual, mientras el conductor –un operario del servicio de mantenimiento del túnel– bajaba a revisar trabajar en el paso subterráneo, se fue moviendo hacia el cantil.
El representante municipal, que coordinó las labores de rescate, contó que el coche accidentado se desplazó “entre unos dos y tres metros por el desnivel del cantil para las aguas de escorrentía de la lluvia”. Su ruta sin chófer finalizó cuando cayó al mar en la esquina en la que La Marina se conecta con O Parrote.
Localizar al conductor
Lo primero que comprobaron los bomberos es que no hubiera ninguna persona dentro y, tras identificar al conductor en tierra firme, se solicitó la presencia de una grúa de grandes dimensiones para poder sacar la carrocería al exterior. Las mejores previsiones se cumplieron y enseguida les enviaron una herramienta de gran porte con la que reflotar el vehículo a pesar de que el agua acumulada en el interior incrementase mucho su peso.
En todo caso, hasta la zona tuvieron que desplazarse una ambulancia del 061 por precaución, varios agentes de la Policía Local y una amplia dotación de bomberos, que fue la que se encargó de la recuperación bajo las órdenes del representante municipal.
En total se movilizó a un equipo de nueve bomberos, que a su vez desplazaron un total de cinco vehículos para transportar tanto el material como al personal. En un primero momento descendieron con equipos de respiración asistida (botellas de aire comprimido) y, tras comprobar que no había nadie atrapado, aseguraron con eslingas la furgoneta para que la grúa pudiese sacarla del agua con todas las garantías.
Hace 30 años
Preguntado sobre las similitudes de recuperar un coche con un barco, García Touriñán aclaró que en el primer caso la grúa debe soportar menos peso. Eso quedó demostrado al poder elevarlo en la propia Marina mientras que hace pocos meses hubo que trasladar un pesquero a otro muelle con remolcadores para tener la capacidad de anclar a tierra la maquinaria necesaria para izarlo. Además, el vehículo estaba más próximo a la superficie de lo que suele ocurrir con las embarcaciones.
Respecto a las medidas de seguridad, afirmó que tanto el Puerto como el Ayuntamiento están en ello. Sin embargo, reconoció que este tipo de sucesos no se producían desde los años 90, cuando dos coches que circulaban por el Muelle de Transatlánticos también acabaron en el agua. l
