11º-16º
martes | 14 mayo | 2024
El fuerte oleaje durante la madrugada provocó que parte de la duna de la playa de Riazor no resistiese, aunque las nuevas medidas para luchar contra el mar hicieron que el agua no llegase al Paseo Marítimo, algo que sí hizo la arena que fue arrastrada.
El momento más crítico se produjo poco antes de las siete de la mañana en coincidencia con la pleamar y, al contrario de lo habitual, la zona más perjudicada fue entre la fuente de las Catalinas y el hotel Riazor. Normalmente la parte más próxima a la Coraza es la que más sufre, aunque en esta ocasión resistió gracias a su nuevo diseño.
Desde primera hora de la mañana técnicos municipales se afanaron en devolver a la playa la arena que había sido arrastrada hasta la zona peatonal, que no tuvo que llegar a cortarse al paso al no ser invadida por el agua. Ayer había alerta naranja en el litoral por fenómenos costeros.
La zona más afectada fue entre las Catalinas y el hotel Riazor, y no
la Coraza como pasa habitualmente
Hace unos días la Concejalía de Medio Ambiente dispuso un rediseño para la duna de Riazor que incluye más altura, una contraduna y un foso entre la Coraza y el hotel. El resultado fue positivo ya que el agua se quedó en el foso y por ello no llegó a la zona peatonal. Las malas condiciones meteorológicas de los últimos días produjeron un desgaste en la estructura. Además, algunos de los bancos de granito del paseo también fueron desplazados.
La previsión para los próximos días no es mucho mejor y se espera que entre el jueves y el viernes se puedan volver a producir sucesos similares, aunque la dirección del viento podría ayudar a que los efectos sean menores a los de otras ocasiones.
Esta situación impide que se pueda trabajar en la reconstrucción de la duna, por lo que la estructura tendrá que hacer frente al oleaje a pesar de estar ya desgastada. Ahora, la preocupación principal es ver si resiste la zona más cercana a la Coraza, que es la más castigada habitualmente por los temporales al ser la que está más expuesta al oleaje de la playa de Riazor.
La sucesión de temporales y su fuerza está provocando que sea complicado llevar a cabo reconstrucciones de la duna, unas actuaciones que se realizan en cuanto las condiciones meteorológicas lo permiten.
Alfonso Molina
Por otra parte, un fallo eléctrico provocó el apagón de los semáforos que hay situados en el inicio de la avenida de Alfonso Molina.
Agentes de la Policía Local se tuvieron que desplazar hasta el lugar para regular el tráfico y el cruce de peatones ya que coincidió con la hora en que muchos conductores circulan por esta zona para iniciar su jornada laboral. La incidencia quedó solucionada a las 09.25 horas y poco a poco quedó restablecida la normalidad en la zona.
