La flota del cerco exige más control de los aparejos para asegurar su futuro

La flota del cerco exige más control de los aparejos para asegurar su futuro
la flota coruã±esa del cerco se compone de cinco barcos que amarran en oza susy suã¡rez

Los armadores de la flota de cerco quieren asegurar que el mar seguirá siendo su sustento en los próximos años y, por ello, exigen medidas a la Xunta. Tanto la Cofradía de Pescadores de A Coruña como la Agrupación de Armadores de Cerco de la ciudad demandan a la Consellería do Mar un mayor control sobre los aparejos de pesca porque la falta de revisiones exhaustivas provoca que muchos pesqueros que descargan en la lonja utilicen redes más altas y largas. Eso, en la práctica, supone poner en peligro los bancos de sardina y jurel.
“Hay un problema de peligro de extinción de especies que exige tomar medidas”, afirma categórico el sector, que en A Coruña ha pasado de estar conformado por un barco a cinco –y de tener futuro podrían sumarse algunos armadores más– de los que dependen numerosas familias. La asociación que agrupa a los cerqueros alude directamente al control de los aparejos y, por consiguiente, de los cupos de pesca para salvaguardar el negocio.

más longitud y altura
Por ello solicitarán una reunión con la Consellería do Medio Rural e do Mar para que solventen “la escasez de pesca derivada de la gestión de los últimos años, en los que hubo pesca masiva y uso de redes de cerco de más longitud y altura de la permitida”. La denuncia, aunque pueda parecer en detrimento de ellos mismos, tiene el objetivo opuesto.
“La Consellería do Mar debe establecer más medidas de control como inspecciones tanto en el mar como en la descarga en los puertos porque se producen descargas masivas, además de en los aparejos”, insisten fuentes de la organización.
De hecho, aseguran que mientras ellos dejan toda la mercancía en El Muro, algunos barcos con puertos base en localidades como Camariñas, Portosín, Sada, Malpica o Muxía, por poner algunos ejemplos, descargan parte de la pesca del día en el puerto coruñés mientras que parte se reserva para vender en sus lugares de origen.
Otra explicación es que el excedente de kilos sobre el cupo marcado legalmente se “comercializa muchas veces en negro o fuera de la lonja”, para escapar del control que se establece de forma previa a las subastas.
Ante esta diferencia de actuaciones es complejo poner de acuerdo a todos los armadores que trabajan con esta arte de pesca. En este sentido en A Coruña advierten de que ellos están dispuestos a asumir el engorro que el incremento de los exámenes pueda producir, si con eso aseguran su futuro. Desde la Cofradía de Pescadores y la Asociación de Armadores de Cerco subrayan que si las cosas siguen como están un sector que da de comer a “armadores, marineros, subastadores, comercializadores, transportistas, plazas de abastos y pescaderías de calle” podría irse a pique.
Lo dicen con conocimiento de causa pues dan una explicación a la escasez de sardina, que cada año es mayor, y que está lejos de deberse a los temporales como se comenta en algunas ocasiones. “La sardina está en peligro de extinción y ahora se está esquilmando el jurel”, afirman, y piden soluciones para que con esta última especie no ocurra lo mismo que con la anterior, de la que casi no quedan bancos de pesca bien surtidos. Otra de las opciones de captura para ellos es, por ejemplo, la xarda cuando no está en veda.

peticiones al puerto
Además de dirigirse a la Consellería do Medio Rural e do Mar, ambos colectivos han conversado con la Autoridad Portuaria para dotar de transparencia al subsector.
En concreto, le han demandado que la lonja “habilite una sala solo para las ventas de cerco y sea obligatorio descargar todo en ella”. Además, para completar esa instalación pretenden que se coloque un panel digital para que los compradores pujen con marcadores “para que se venda con total claridad”.

La flota del cerco exige más control de los aparejos para asegurar su futuro

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