La flota de bajura exige más cuotas tras una campaña de la xarda limitada

La flota de bajura exige más cuotas tras una campaña de la xarda limitada
Vista de algunos barcos de pesca amarrados ayer en Oza debido a la alerta en el mar | patricia g. fraga

La flota de bajura que se dedica a la pesca de litoral reclama a las administraciones mayores cuotas para trabajar debido al malestar generado por la campaña de siete días que se les permitió hacer para capturar xarda. El sector asegura que está pasando dificultades y que si los políticos no comienzan a defenderlo en Europa la pesca en A Coruña no funcionará mucho tiempo, con la consiguiente pérdida de empleos directos e indirectos.

El presidente de la Asociación de Armadores Coruñeses de Baixura (Arcopeba), Manuel Iglesias, denuncia que este año solo se les permitió salir “siete días” a pescar caballa y algunos de ellos los barcos tuvieron que permanecer amarrados por las malas condiciones en el mar. El año pasado el margen fue de “14 días” por lo que los permisos van a menos y la flota de bajura coruñesa que trabaja en el litoral afirma que “no hay suficientes cuotas”.
Por ejemplo en la xarda se paga con reducción de capturas, una sanción de hace muchos años porque en otras comunidades del país capturaron más de lo permitido. En este contexto demandan a la Xunta y al Gobierno central que defiendan los intereses de Galicia en Europa. “Después de entrar en la Unión Europea todas las normativas fueron para destruir trabajo en el sector pesquero en Galicia”, denuncia.

Poco margen de acción
Con dudas sobre cuándo acabarán estas limitaciones, Iglesias incide en que el problema de la xarda –tener que dejar de pescar a pesar de que todavía hay gran cantidad de este recurso– ha causado enfado, pero las dificultades para trabajar y, en consecuencia económicas, vienen de lejos. Otro armador recuerda que la caballa es “depredadora” y mientras no se la pesca esta acaba “cos ovos da sardiña ou da anchoa” en la ría.

“No hay cuotas suficientes de nada para la pesca litoral de bajura”, reitera Iglesias, que sostiene que los poderes públicos también deberían tener en cuenta que cuando hay temporales se ven obligados a amarrar y que no existe “un calendario de trabajo” como el que se fija para las pesquerías. Precisamente por eso van rotando de especie en especie y ahora parece que se repartirán entre el congrio, el amarre o “ir a lo que se pueda y seguir subsistiendo”.
“Los márgenes de la flota de bajura son totalmente ridículos, no dan los números y nos tratan como verdaderos delincuentes”, lamenta el representante de Arcopeba, que cree que lo adecuado es que al menos se les dejara trabajar “cinco o seis meses como Dios manda para poder arreglar algo”. Es lo les queda teniendo dado que no siempre se acepta desguazar los pesqueros y que el empleo pende de un hilo.

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