La fiebre ciudadana del bricolaje colapsa A Grela

Hacía mucho que no se recordaba otra igual en el polígono de A Grela. Desde la inauguración del centro comercial Marineda City, hace ya tres años, ningún estreno había suscitado tanta curiosidad como el de la firma de bricolaje Brico Depot que ayer llegó a la ciudad para quedarse. El gran despliegue publicitario funcionó hasta el punto de que “no se habló de otra cosa”. Todo el mundo quiso visitar el gran establecimiento, cuyo mayor poder de atracción está en vender grandes marcas a precios reducidos.
Hubo quien se atrevió a pasar media noche al raso como si de un concierto de Bisbal se tratase.  Y es que los primeros compradores, los que querían conseguir lo que la firma llama “descargas” –productos de calidad con unidades limitadas a unos costes muy bajos–, se apostaron a las puertas a las 05.00 horas aunque la plantilla del gigante del bricolaje no se pondría en marcha hasta las 07.00 horas.

una amplia plantilla
Sesenta minutos antes de dar el pistoletazo de salida las caravanas humanas salían del recinto. Las otras llegarían un poco más tarde. La apertura se convirtió en un acontecimiento en toda A Coruña y en casi toda Galicia, como puso de manifiesto el hecho de que llegaran miles clientes de Vigo, Lugo, Carballo, Arzúa o Cabana de Bergantiños, entre otras poblaciones.
También lo demostró el enorme despliegue de medios propios, ya que, además de la plantilla de 75 personas (el 98% coruñeses para seguir la línea de la integración dado que también los proveedores son del entorno), se contrató a un centenar de operarios para ayudar a cargar los coches y regular el aparcamiento, tanto en el espacio de la tienda como en los solares vacíos ubicados justo enfrente. Para acceder a estos, que son un préstamo temporal, crearon su propio paso de peatones y su semáforo.
Pese a la autosuficiencia tanto la Policía Local como los servicios sanitarios colaboraron en el día grande de Brico Depot. “Hay bastante intensidad de tráfico y pequeñas retenciones en el carril de la derecha para entrar en el aparcamiento pero el resto del tráfico del polígono está circulando bien”, aseguraron fuentes de la sala de pantallas del 091 a última hora de la tarde. La tónica fue la misma durante toda la jornada.

dos tipos de cliente
Al área comercial se acercaron dos tipos de cliente, el doméstico –ese al que cada vez le gusta más la tendencia del “hazlo tú mismo”– y el profesional, que necesita grandes stocks de producto para una obra de fontanería, construcción... De ahí el horario: el habitual será de 08.00 a 21.30 horas para que los trabajadores puedan adquirir los materiales antes de irse al trabajo.
Estos tienen la posibilidad de entrar con coche en una zona del establecimiento para cargar y son los cajeros los que entran en el vehículo para leer los códigos de cada artículo.
No hubo ningún problema para nadie pues al tratarse de una tienda-almacén la mercancía fue suficiente para todos. Además, los precios obtuvieron el visto bueno del consumidor.  
“Son más baratos que los demás, ahora falta comprobar la calidad”, comentó Noelia a la salida de la superficie. “De momento vemos ben os prezos pero hai que agardar a ver como resultan as cousas”, reiteró María Elena. Tanto ellas como Ambrosio y Marisol se acercaron a Brico Depôt a comprar lo que necesitaban, eso sí, a precios ventajosos.