La fidelidad a La Borriquita y el Domingo de Ramos movilizan un año más a los coruñeses

Una parte de A Coruña vive con pasión su Semana Santa. La prueba de tal fervor religioso y amor por la tradición está en cada Domingo de Ramos, cuando el paso de La Borriquita es escoltado por cientos de personas desde la Iglesia de los Capuchinos hasta la plaza de Vigo. Ayer todos acudían a la habitual bendición de los ramos –este año ganaron por goleada el laurel y el olivo a las palmas–, a la que a medida que iba avanzando la procesión se iban sumando más coruñeses. En la zona se entremezclaron gente mayor y familias jóvenes que pretendían inculcar la tradición a las nuevas generaciones.

A la entrada de La Borriquita en la plaza, se levantaron y se agitaron los ramos. Después se procedió a la bendición con agua traída expresamente del río Jordán y mientras se aupaba el trono se escucharon algunos aplausos tímidos. En la cita se vieron imágenes curiosas como la del candidato a presidir el PP coruñés, Javier Escribano, como porteador.

Justo detrás del trono caminaban otros representantes del partido como su oponente en esa carrera electoral, Beatriz Mato; la portavoz municipal Rosa Gallego, y Miguel Lorenzo, Gonzalo Trenor y María Aparicio. Por parte del PSOE acudió su portavoz, José Manuel García, y el exedil socialista Carlos González Garcés. Ya por la tarde la Orden Tercera sacó en procesión las imágenes del Ecce Hommo-Cautivo y San Juan por la Ciudad Vieja. l