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jueves | 25 abril | 2024
El alcalde, Xulio Ferreiro, se mostró ayer irritado tras salir de la reunión que había mantenido con los representantes de Puertos del Estado, que calificó de “decepcionante”. Sin embargo, las dos horas que pasó con José Llorca, presidente de Puertos del Estado, y Enrique Losada, de la Autoridad Portuaria, le permitieron llegar a la conclusión de que “existe un acordo para excluir á cidade das decisións que se tomen co litoral da Coruña”. El regidor destacó que se trata de un hecho “extremadamente grave” e “inaceptable”.
La reunión no había comenzado bajo los mejores auspicios, después de que Llorca se reuniera con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el pasado día 10, y hubieran llegado a un acuerdo sin contar con el Ayuntamiento sobre cuál sería el futuro de los muelles cuando toda la actividad industrial se trasladara al Puerto Exterior. “Hoxe pudimos ver que o que hai é un acordo de vontades”, explicó Ferreiro, al que se le informó ayer de lo que ya sabía desde hacía dos semanas por los medios de comunicación.
La propuesta es mantener la titularidad pública de los terrenos de San Diego, Batería y Calvo Sotelo, así como de la Solana y el Finisterre, que no se subastarán, sino que seguirán siendo concesiones portuarias, pero sin que eso signifique traspasárselos al municipio: “Non hai planes concretos, o confían a unha futura definición dun modelo de cidade”. Por otro lado, la construcción de viviendas ya no parece ser una prioridad. Llorca reconoce que “quien hace ciudad” es el Ayuntamiento, y no tiene “ninguna vocación” de construir viviendas en ningún sitio. Esto ya supone un cambio respecto al convenio de 2004, que contemplaba la venta y urbanización de los terrenos portuarios, pero es prácticamente lo único en lo que Puertos y Ayuntamiento se muestran de acuerdo.
Sin prisas
Para empezar, aunque el Ayuntamiento quiere que se tome una decisión cuanto antes, Llorca señaló ayer, nada más salir de la reunión, que no existe ninguna prisa para llegar a un acuerdo porque la puesta en marcha de Punta Langosteira le ha puesto en una mejor situación económica de lo esperado: “No vamos a tener necesidades financieras para San Diego hasta después de 2022. Tenemos tiempo para reflexionar conjuntamente qué modelo de ciudad queremos”.
El alcalde no pudo evitar ironizar sobre el asunto al recordar que en enero de este año las necesidades económicas eran perentorias, asfixiantes casi, para la Autoridad Portuaria lastrada con una deuda 300 millones de deuda generada por la construcción de Punta Langosteira. “Me felicito por iso”, comentó, al tiempo que confesaba que la sensación de felicidad que le embargaba se veía ensombrecida por el hecho que ni Llorca ni Losada le dieran ninguna explicación más allá de que los tráficos portuarias están creciendo. Llorca mencionó también que las necesidades económicas del puerto coruñés se pueden solventar con “aportaciones públicas el dinero que necesita la Autoridad Portuaria para que se pueda hacer una nueva ciudad en función de los criterios de la administraciones territoriales”. Para Ferreiro, está claro lo que eso significa: “Se non se queren os cartos da Coruña, de onde van a vir? É posible que a Xunta esté pensando en investir pero non temos noticia de cal é o proxecto”.
Dado que en el consejo de la administración de la Autoridad Portuaria los votos de la Xunta y del Estado permiten aprobar por mayoría cualquier decisión, el Ayuntamiento, que también cuenta con un voto, se encuentra en una situación de debilidad: “Se nos dixo que a decisión se tomaría no consello e isa non é a folla de ruta que acordamos”.
Acuerdo global
Según el alcalde, Puertos del Estado preferiría sacar ya a subasta el Finisterre, pero el Ayuntamiento exige un acuerdo global antes de dar cualquier paso. El regidor considera que a cambio de nada, de vaguedades, se buscaba “a nosa bendición para a subasta dun elemento concreto, o Finisterre”. Pero Ferreiro ya ha advertido de que el Ayuntamiento no dará su bendición a ninguna venta si primero no se firma un acuerdo global, como figura en su protocolo. “É unha postura de sentido común. Non imos deixar para máis adiante decisións importantes”.
Para empeorar más las cosas, Llorca se negó a dar ayer una respuesta al alcalde sobre la propuesta municipal de que los terrenos los gestione un consorcio presidido por el Ayuntamiento hasta dentro de un mes: “Recibimos hace 24 horas una propuesta de consorcio y vamos a estudiarla, pero consideramos que puede haber otras fórmulas de gestión pública del suelo”.
Por su parte, Ferreiro recordó que se trataba de “catro folios que tampouco necesitaban de grandes e sesudos estudios” y que ya habían avanzado la propuesta en su anterior reunión en enero de este mismo año: “Nin se fai unha valoración nin se nos trae unha alternativa”
Ferreiro aseguró que buscaría un acuerdo pero advirtió de que “si esto se rompe e cada un tira polo seu lado tomaremos as decisións que correspondan”. El problema es si el acuerdo llegará antes que el fin de su mandato. Él, por su parte, no tiene ningún interés en una demora, “pero tamén podo ter a sospeita de que hai quen prefire enfriar o asunto e agardar a mellores tempos”. En los que la ciudad de A Coruña no tenga un gobierno que se posicione “tan firmemente na defensa dos seus intereses”. l
