Ferreiro acusa a la oposición de dilatar a propósito la aprobación de las cuentas

Ferreiro acusa a la oposición de dilatar 
a propósito la aprobación de las cuentas

A las puertas de la aprobación del presupuesto, hecho que se producirá en el pleno de pasado mañana, las aguas en María Pita continúan bajando revueltas. Ayer, el alcalde, Xulio Ferreiro, reiteró sus críticas hacia la forma de actuar de la oposición, a la que acusó de retrasar deliberadamente la puesta en marcha de las cuentas para dañar la acción del equipo de gobierno.

“Cando menos tempo das para facer as cousas, menos se fan, pero iso se fai a propósito, que ninguén pense que isto é casual. Isto é porque hai unha estratexia deliberada de poñer as cousas o máis difícil posible”, aseguró Ferreiro, quien por segundo año consecutivo está viendo cómo el presupuesto llega a mayo sin haber recibido el visto bueno definitivo en el pleno.

El regidor considera que el Partido Popular y el Partido Socialista utilizaron la cuestión de confianza para postergar durante un mes la aprobación de las cuentas, ya que defiende que en ningún momento hubo posibilidades de que articulasen una moción de censura y un gobierno alternativo.
“Tampouco tiña outra intención que atrasar aínda máis a necesaria aprobación das contas o feito de presentar alegacións bastante cuantiosas ao proxecto o último día para facelo, forzando ao grupo de goberno a analizar e buscar partidas ás que introducir baixas por máis de sete millóns e medio de euros”, afirmó.

Trámites
Con el manejo de los tiempos realizado por las formaciones de la oposición para presentar sus reclamaciones al presupuesto, Ferreiro piensa que también se actuó en contra de los intereses del Gobierno municipal. Para la presentación de las alegaciones hubo un plazo de quince días, después del cual el interventor tuvo que realizar el oportuno informe, con el añadido de que coincidió con los días festivos de la Semana Santa.

Este documento tuvo que pasar luego por la Comisión de Hacienda, que fue suspendida durante varios días por discrepancias en la forma de afrontar la votación entre la Marea Atlántica y el resto de grupos de la corporación municipal.


Como culminación, el resultado de la estimación de algunas reclamaciones provocó que el Gobierno local tuviese que realizar ajustes en las cuentas por valor de 5,65 millones de euros, ya que el resto de los cambios fueron propuestos por el propio interventor del Ayuntamiento.

Todos estos trámites siguieron a los problemas que la Marea experimentó para alcanzar acuerdos con los que sacar adelante el presupuesto, principalmente las fallidas negociaciones con el PSOE y su abrupto final a comienzos de febrero. De esta manera, entre unas circunstancias y otras, la ciudad vivirá la aprobación del presupuesto solo un par de semanas antes que el año pasado, a pesar de que la intención del Gobierno municipal era tenerlo a principios de año.
“A sensación que un ten cando trata con outros grupos no Concello é que o interese da cidade importa moi pouco e as cousas se fan para poñerlle problemas ao goberno”, concluyó ayer Xulio Ferreiro, quien volvió a censurar la forma de actuar del PP y del PSOE, principales formaciones de la oposición.

Contraste
Esta visión defendida desde el Gobierno local contrasta con la que tienen el Partido Socialista y el Partido Popular, quienes consideran que el problema de que todavía no esté aprobado el presupuesto es que la Marea no es capaz de llegar a acuerdos y prefiere apostar por un papel de “víctima”.
Además de estos, el BNG también lleva tiempo culpando al Consistorio de la dilación del proceso y en los últimos días recordó, tras la Comisión de Hacienda, que solo dará su apoyo si se le garantiza un calendario con el que incluir las enmiendas por valor de un millón de euros que habían pactado con la Marea.

Desde la oposición se hicieron llamamientos nada más aprobar las cuentas del año pasado, en mayo, para que el Ayuntamiento comenzase con las negociaciones sobre el presupuesto del actual ejercicio, aspecto en el que tiene que liderar la iniciativa al encontrarse gobernando en minoría y necesitar el apoyo de otros grupos para sacarlo adelante.

Estos llamamientos continuaron durante los siguientes meses avisando de que se iba a producir la misma situación que el año pasado, tal y como finalmente ha sucedido.

Además de la planificación temporal realizada por el Gobierno local, desde la oposición insisten en que uno de los principales problemas que afecta a la ciudad es la incapacidad para llegar a acuerdos del actual equipo de gobierno, situación que se ve reflejada en asuntos de enorme relevancia como el presupuesto.

Aunque todavía no está aprobado el de este año, algunos grupos ya instaron a la Marea a que comience pronto a negociar las cuentas del próximo año para no vivir la misma situación por tercer año consecutivo.

Ferreiro acusa a la oposición de dilatar a propósito la aprobación de las cuentas

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