La Federación de APAS recurre el mapa de áreas de influencia escolar

La Federación de APAS (FAPA) de A Coruña presentó ayer un recurso de reposición con el que solicita la anulación de los mapas de áreas de influencia de los colegios de A Coruña.
Reclaman que el criterio de proximidad al domicilio o centro de trabajo no prime sobre el artículo 86 de la vigente Ley de Educación, que habla del “establecimiento de las mismas áreas de influencia para los centros públicos y privados concertados, de un mismo municipio o ámbito territorial”.
La Federación de APAS entiende que las familias tienen derecho a elegir proyectos educativos que coincidan con sus propias convicciones, lo que entra en conflicto, apunta, con el hecho de que el mapa escolar de la ciudad, elaborado por la Consellería de Educación en los años 80 del siglo pasado establece un criterio de proximidad. El planteamiento, explica, es similar al que se aplica en muchas ciudades, donde hay un distrito único para centros concertados.

zonas
La entidad indica que ha recibido innumerables quejas de padres asociados debido al número excesivo de zonas del actual mapa, que ocupan en general superficies muy pequeñas y generan circunstancias paradójicas como que viviendo muy próximo a determinados centros, estos no caigan dentro de la zona propia.
“Debido a esta desafortunada interpretación de la proximidad, existen casos en que no se consideran próximos domicilios situados a menos de 200 metros del colegio que se desea”, explica la federación.
Normalmente, argumenta, cada área de influencia se asocia a un centro determinado, restringiendo la elección de las familias y eludiendo los propios criterios de los padres en educación de sus hijos. Por ello, considera que la Administración debería garantizar la diversidad de la oferta educativa para que los padres puedan ejercer verdaderamente la libertad de elección de centro para sus hijos.
Esta distribución zonal se estableció hace 30 años, previamente al crecimiento de amplias zonas de la ciudad, con lo que la población de algunas de sus áreas se ha visto incrementada exponencialmente, en particular con población joven con hijos. Por este motivo el colectivo de centros concertados, padres y directores, mantuvo conversaciones con la inspección educativa en 2011 para elaborar un nuevo mapa. La Federación de APAS recuerda que en aquel encuentro se coincidió en que era necesaria la reducción del número de áreas de influencia, pero las negociaciones iniciales fueron desactivadas a nivel autonómico desde la Dirección Xeral de Centros de la Consellería de Educación, que ponía en duda la necesidad de modificar esas áreas.
Ante esta falta de respuesta, en 2013, la federación redactó un documento conjunto con los directores de centros concertados y solicitó oficialmente a la Xunta y al Ayuntamiento la simplificación del mapa de áreas de influencia, sin obtener respuesta.
La FAPA considera que la apertura del proceso de admisión de alumnos para el próximo curso sin modificar las áreas de influencia ha determinado el momento en el que debe producirse un cambio, ya que no debería prolongarse más en el tiempo una situación que considera ilegal.
Apela así a la “responsabilidad” de las autoridades educativas para que actúen con arreglo a la ley, teniendo en cuenta que la baremación y la subsiguiente adjudicación de plazas escolares, según las actuales áreas de influencia, podría resultar nula de pleno derecho.

La Federación de APAS recurre el mapa de áreas de influencia escolar

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