La familia del joven fallecido en Filipinas descarta que traficase con drogas

La familia del joven Diego Bello Lafuente, el coruñés que falleció esta semana en Filipinas en un incidente con la policía del país, descartó ayer que este estuviese implicado en negocios como el tráfico de drogas, como señalan las autoridades asiáticas.

“Por las incongruentes versiones de los hechos, la familia quiere transmitir que Diego fue desde muy joven una persona sana, deportista y un gran trabajador que residió en diferentes países del mundo compaginando sus aficiones con su espíritu emprendedor”, señalan los familiares del joven coruñés a través de un comunicado. Además, aseguran que “en ninguno de los países en los que residió –atraído por su pasión por el buceo y el surf vivió en lugares como Tailandia, Australia y Honduras antes de establecerse en la isla filipina de Sirgao–, ni en el suyo propio, estuvo involucrado en incidente alguno; mucho menos con el tráfico de estupefacientes o tenencia de armas, de los cuales se le acusó inicialmente, y muestra de ello es su falta de antecedentes” penales.

Trayectoria
La familia, que en el comunicado también expresa el profundo dolor que la muerte de Diego Bello les ha supuesto, recuerda que el joven empezó a trabajar como empleado en hostelería y en tiendas de ropa y que fue en Filipinas donde inauguró su etapa como empresario, donde fundó un restaurante, dos tiendas de ropa, un estudio de tatuajes y un negocio de guías turísticos. “Todas estas empresas las constituyó conforme a la legislación filipina, la cual obliga a los extranjeros a tener socios locales en cada uno de los negocios”, dicen.

Además, la familia quiso también agradecer el apoyo, respeto y cariño que están recibiendo, también de las administraciones locales, autonómicas y estatales. En especial, agradeció la labor de la alcaldesa, Inés Rey, para ayudar a esclarecer lo ocurrido.