La falta de espacio para vivir es uno de los problemas que más aumentan

La falta de espacio para vivir es uno de los problemas que más aumentan
Los coruñeses se quejan menos de los vecinos patricia g. fraga

Ni siquiera la bajada del consumo en su propia era ha hecho que los coruñeses puedan disfrutar de más espacio libre en sus casas. Aunque los vecinos coinciden más a la hora de señalar problemas graves, se da la circunstancia de que el tamaño cada vez importa más. La razón es que, según el Instituto Galego de Estatística (IGE), las nuevas familias coruñesas tienen que adaptarse a pisos más pequeños.
Casi 17.000 viviendas del parque de 102.687 existentes en la ciudad a finales del pasado ejercicio no tenían más de 60 metros cuadrados. La variación fue del 4% al alza con respecto a los datos de la Enquisa Estrututral a Fogares realizada en 2010. La falta de suelo, la construcción de apartamentos más pequeños por la demanda existente para poder pagar menos o, simplemente, el cambio de los modelos de familia han dado un vuelco a las cifras. Tan solo este tipo de propiedades y las de más de 120 metros cuadrados crecen, aunque la mayoría de las casas están entre los 60 y los 90 metros cuadrados.
En paralelo al incremento de las casas pequeñas se dispara otra tendencia: la de los hogares –entendidos como unidades familiares– que se quejan de no tener espacio suficiente para el día a día. Más de 17.000 familias tienen este problema, lo que implica una subida de 2.000 con respecto a hace cinco años.
Si tuviesen que hacer una lista punto por punto, los habitantes también tienen problemas con los ruidos provocados por los negocios cercanos, el tráfico o los vecinos. No obstante, en este lustro se ha avanzado en el campo del civismo. Atendiendo al balance, el número de protestas por este último tema se redujo en más de 10.000 e, incluso, los sonidos exteriores parecen molestar menos. Dentro de casa también la entrada insuficiente de luz en algunas habitaciones hace infelices a las familias.
Sin embargo es cuando salen fuera cuando se enervan con las deficiencias en el acceso a las viviendas –el porcentaje se reduce porque los accesos a personas con diversidad funcional o los ascensores se han ido instalando poco a poco–, los casos de mala pavimentación, la iluminación o el mobiliario urbano. Según los técnicos del IGE la delincuencia, el vandalismo y la suciedad también están en la lista de prioridades a corregir que marcan los hogares. Por contra, los servicios sanitarios ganan en satisfacción, al igual que lo hace el transporte público.

La falta de espacio para vivir es uno de los problemas que más aumentan

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