A falta de ajuares, el encaje de Camariñas se reinventa y la horquilla vuelve a escena

encaixe melania y cuaderna maestra
camariñas y ponte caldelas

Ahora que no se lleva eso de regalar ajuares a los que se van a casar, el encaje de Camariñas busca la forma de reinventarse para ganarse al cliente. En el puesto de Melania, hay todo tipo de detalles. Los tapetes buscan un hueco entre las fundas de botellas y los manteles, que son más difíciles de vender. La especialista habla de su prenda estrella: una mantilla de 7.000 euros. Cuenta que la joya de encaje coge forma en un año y eso junto con el lino empleado se paga. Por su parte, en Cuaderna Maestra trabajan desde su taller de Ponte Caldelas con una técnica que se llama horquilla en conjunción con una aguja de ganchillo y que permite unos dibujos originales en los complementos que comercializa. Dice María José que son muchas las que encuentran entre la mercancía el chal perfecto para una boda. En este sentido, señala que lo hecho a mano es menos económico pero “la gente sabe que no viene a un todo a 100”.