A Falperra pierde sus fiestas por la dejadez de funciones del IMCE

Mucho debería cambiar la situación para que A Falperra y sus vecinos puedan disfrutar de sus fiestas como han hecho los coruñeses residentes en otros barrios. La dejadez de funciones de la Marea en plena negociación con la Asociación de Vecinos y Comerciantes de la zona ha provocado el enfado del colectivo, que había trabajado duramente en un programa que no llegará a plasmarse. Ayer varios representantes acudieron al Ayuntamiento para entregar un escrito de protesta tanto al alcalde, Xulio Ferreiro, como al resto de los grupos con representación en María Pita. 
Como en años anteriores la Asociación de Vecinos y Comerciantes de A Falperra pretendía celebrar sus fiestas coincidiendo con el Día do comercio na rúa el segundo fin de semana de septiembre, es decir, desde ayer hasta mañana. Sin embargo, denuncian que la desatención por parte del área de Cultura ha bloqueado cualquier tipo de evento. 
El colectivo pasó el corte de la convocatoria “Facemos comunidade” con su programa de distribuir los eventos por distintas zonas para darlas a conocer a lo largo de una semana y un coste inferior a los 10.000 euros como indicaban los pliegos. Lo supieron a través de los medios, porque el Ayuntamiento no contactó con ellos de forma directa. 
Ante la inacción, la agrupación acudió a Cultura y al Instituto Municipal Coruña Espectáculos (IMCE) por primera vez a finales de julio. Sin embargo, lejos de ajustarse a sus peticiones, el Gobierno local les planteó que colaboraría con las actividades con “un escenario, un equipo de sonido y una orquesta”. El presidente de la asociación, Antonio Deus, lamentó que esta propuesta no tuviese nada que ver con el planteamiento de celebrar pequeños conciertos y actividades para los vecinos y el resto de coruñeses durante toda una semana, que culminarían con las acciones del Día do comercio na rúa. 

Ni unas ni otras
Deus y sus compañeros hicieron ver ese descontento en la Concejalía de Cultura y comentaron que si la Marea seguía adelante con su plan no lo apoyarían. Por tanto, el IMCE optó por paralizar su iniciativa pero al tiempo dejó a medio negociar el restablecimiento del programa que crearon los vecinos porque, supuestamente, el interlocutor de los afectados se fue de vacaciones a una semana de las fechas clave en las que deberían haber comenzado las fiestas. Además, no traspasó el tema a ningún otro compañero que pudiese atender a los residentes en A Falperra y los actos quedaron  totalmente en el aire. 
Tras unos días esperando una respuesta definitiva, la Asociación de Vecinos y Comerciantes –en su vertiente de defensa de los primeros– se personó en el registro municipal para hacer llegar un documento de queja al grupo de Gobierno y a la oposición. 

Trato discriminatorio
Muy crítica con el asesor con el que había trabajado por su desconocimiento de un programa que le llegaron a facilitar hasta en tres ocasiones, la junta directiva anuncia en el texto que “debido a la incompetencia, falta de gestión y también al sectarismo a la hora del trato recibido por unas asociaciones y otras, el barrio de A Falperra este año se ha quedado sin sus fiestas”. 
Cabe recordar que el de Monte Alto tampoco las celebró porque ni siquiera estuvo de acuerdo con las condiciones de “Facemos comunidade” para concurrir. En este contexto, los últimos afectados han demandado que “les sean pedidas todas las responsabilidades a los culpables”, ya que no es la primera vez que el barrio sufre una “afrenta”. Así aluden al enfrentamiento por el centro de salud de Santa Lucía. 
Deus aclaró a este diario que, además, la lentitud con la que va la convocatoria de convenios de comercio por concurrencia competitiva tampoco podrán organizar el Día do comercio na rúa. l