Fallece de un infarto el guardameta del Malpica mientras conducía un autocar

Un hombre de 34 años murió ayer de un infarto que le atacó de forma fulminante cuando conducía un autocar pola calle de Newton. Se trataba de Alejandro Pombo, portero del equipo de fútbol de Malpica e hijo del propietario de Autocares Pombo. Aún no eran las ocho de la mañana cuando la víctima sufrió el fallo cardíaco que le hizo perder el control del autobús, que se salió de la vía a la altura de la rotonda que regula su cruce con la calle de Galileo Galilei. El autocar chocó contra una farola, que arrancó antes de detenerse. La luminaria cayó sobre una valla de cristal que hizo añicos mientras, dentro del vehículo, Pombo también se desplomaba.
Al lugar de los hechos acudieron efectivos de la Policía Local y una ambulancia medicalizada del 061 que asistió a la víctima, pero todo fue inútil: ingresó en el Complejo Hospitalario Universitario ya cadáver. El suceso generó un gran revuelo en el polígono de A Grela, puesto que tuvo lugar en hora punta. Muchas personas que acudían a sus lugares de trabajo pudieron observar como se marchaba la ambulancia y poco después, se retiraba el autobús, mientras que la Policía Local ordenaba el tráfico. Pombo era conocido en el polígono no solo porque dirigía la empresa de su padre junto con su hermano, en cargándose del transporte en la zona de A Coruña, sino también porque participaba en el equipo de fútbol de la empresa.

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Por eso muchos no se podían creer que un hombre tan joven y que, además, practicaba deporte, hubiera sido víctima de un fallo cardíaco tan grave que hubiera resultado fatal. Pero lo cierto es que el fallecido estaba delicado del corazón, y que ya había sido ingresado por ese motivo en el hospital hacía un año.
Desde entonces, parecía haber superado ese problema y realizaba una vida normal, tanto laboral como deportivamente. Alejandro Pombo estaba casado y era padre de un niño de cuatro años de edad.