La Fábrica de Armas anuncia que reanudará su producción militar

La Fábrica de Armas volverá pronto a producir material bélico. Así lo asegura el director y propietario de la empresa concesionaria, Hércules de Armamento (HdA). Ramón Mejuto adelantó que esta semana la planta de Pedralonga recibirá una visita de la inspección de la Guardia Civil y, una vez el Instituto Armado dé su visto bueno, podrá volver a solicitar a Defensa reanudar la producción de armamento, que había quedado interrumpida desde noviembre. “Esa es nuestra intención, comenzar con la pistola y también los fusiles”, explicó Mejuto, que recordó que son patentes propias. 
El motivo de que había interrumpido la producción bélica es queque HdA no tenía fondos para pagar los servicios de una empresa de seguridad, requisito imprescindible para producir armas. La propia concesionaria decidió rescindir el contrato cuando la deuda con Segur Ibérica era ya abultada y pidió la suspensión temporal de licencia al Ministerio de Defensa. Pero a principios de mes, se encargó de la Vigilancia una nueva empresa, Alcor, de manera que ahora puede reanudar la producción. 
El sindicato UGT denunció que Alcor está siendo investigada por la Justicia por ocho delitos, entre los que se incluyen el fraude a la Seguridad Social y a Hacienda, así como media docena de infracciones como simulación de contratos o alzamientos de bienes. Pero Mejuto se desentendió de esos problemas: “Mientras sea una empresa con todos los requisitos para prestar servicio, no tengo nada que comentar”. Mejuto reconoce que él mismo mantiene una deuda creciente con sus 155 trabajadores, a los que no puede pagar aún. La fábrica ha seguido produciendo todo este tiempo, para cumplir con varios contratos que mantiene con la automoción (tanto vehículos militares como civiles) y con la industria médica, para la que fabrica prótesis de cadera, entre otras cosas. 
Esto es posible porque los empleados acuden diariamente al trabajo, a pesar de los muchos meses de sueldo que se les adeuda. “El personal está respondiendo de forma extraordinaria”, reconoce Mejuto que, sin embargo, no sabe cuando podrá ponerse al corriente de sus obligaciones.
Estas incluyen también el pago de la segunda cuota de la concesión de Defensa, que abonaron el mes pasado. El sindicato UGT había denunciado el retraso en el pago pero, tras reunirse el 15 de marzo con los responsables del ministerio, Mejuto se mostró satisfecho: mantenía la concesión, y no fue necesario recurrir al aval, porque pagó antes de que expirara el plazo. Además, mantiene la planta de 155 trabajadores de manera que Defensa considera que cumple los requisitos exigidos en el pliego de condiciones. “Lo importante es salvar esos puestos”, afirma.