Expulsan a tres agentes de la Policía Autonómica por “faltas en el servicio”

Expulsan a tres agentes de la Policía Autonómica por “faltas en el servicio”
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El 29 de diciembre, tres agentes pertenecientes a la Unidad Adscrita de la Policía Nacional en A Coruña (lo que se conoce vulgarmente como Policía Autonómica) fueron expulsados de la unidad y reubicados en la Jefatura Superior de Policía. Según explican desde la Consellería de Vicepresidencia e Interior, la razón para llevar a cabo estas medidas disciplinarias son las “faltas reiteradas de servicio” y la “falta de adaptación a unos nuevos objetivos” . Según los sindicatos policiales SUP, CEP y UFP, se trata de un atentado directo contra las libertades, porque los tres expulsados son delegados de sus respectivas formaciones, con lo que los agentes se quedan sin representantes.
“Es una situación inédita, nunca había ocurrido algo así en toda la historia de la Unidad Adscrita”, aseguró el secretario federal territorial del SUP, Roberto González. En realidad, se trata del peor estallido de un conflicto que venía prolongándose desde abril de 2012, cuando los actuales jefes provincial y operativo ocuparon sus puestos.
Según consta en la resolución de uno de los delegados sindicales, la llegada de los nuevos mandos obedecía a un intento de “cambio de rumbo ante el mal funcionamiento y escasa operatividad de la Unidad”.  Este punto es rechazado por los representantes sindicales, como  el propio, Roberto González, que asegura que se venían cumpliendo las directrices y que hasta entonces no existía conflictividad en el destacamento de A Coruña.

"guerra sucia"
Inmediatamente comenzaron lo que los mandos denominaron un “mayor control de las actividades, desempeño personal, absentismo y libranzas, con un escrupuloso respecto a la normativa”. Por su parte, desde los sindicatos aseguraban que los jefes obligaban a trabajar a los agentes fuera de la jornada  laboral con motivo de los servicios extraordinarios establecidos para prevenir incendios forestales. Los desencuentros continuaron y comenzó a subirse el tono hasta llegar a una auténtica “guerra sucia”, según reconocen fuentes policiales.
Los jefes se dedicaron a abrir expedientes disciplinarios por cualquier falta, por muy leve que fuera, como no tener el chaleco reflectante en el vehículo oficial. Que se sepa, se han abierto 23, lo que para una plantilla de 50 funcionarios es todo un récord. Sobre todo si se tiene en cuenta que en los 18 años anteriores solo se contabilizaron 17. Entre los que tienen expedientes abiertos o en procesos se encuentran sobre todo representantes sindicales, como Sandra Castro o el propio González, ambos del SUP.
El sindicato contraatacó en febrero con una denuncia penal contra el jefe provincial al que acusaban de los delitos de falsedad documental y tráfico de influencias, todo “con el fin de retirar del depósito municipal de la grúa de A Coruña un vehículo particular, sin abonar las tasas correspondientes”, lo que les valió la apertura de nuevos expedientes. Otros sindicatos, como el CEP, han pedido la sustitución de los jefes por considerar que su trabajo deja que desear.

Expulsan a tres agentes de la Policía Autonómica por “faltas en el servicio”

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