Los expropiados del Ofimático causan un atasco kilométrico en Alfonso Molina

La protesta de los afectados por las expropiaciones del Parque Ofimático volvió a hacerse oír en la avenida de Alfonso Molina. En plena operación salida, treinta personas protagonizaron una manifestación en la principal vía de entrada y salida de la ciudad. El resultado fue un embotellamiento de más de dos kilómetros y medio, según los cálculos de la Policía Local. Fue el único incidente digno de mención en una jornada que la DGT califica como “tranquila” y en la que las nubes y el tiempo inestable conjuraron el peligro que suponían para la circulación las miles de personas que cada día se dirigen al puente de A Pasaxe para disfrutar de las playas de Oleiros y Sada.
Según fuentes policiales, el tráfico fluía correctamente por la habitualmente saturada Alfonso Molina hasta que los manifestantes, que se habían concentrado frente al edificio Proa, comenzaron a moverse por la carretera de Pocomaco. La Subdelegación había prohibido las manifestaciones en Alfonso Molina precisamente por los trastornos que generaban en el tráfico, de manera que los expropiados del Ofimático tuvieron que variar su recorrido en las últimas marchas para subir por los puentes gemelos a través del campus de la Universidad hasta Elviña.
Sin embargo, por razones poco claras, ayer se permitió a los manifestantes volver a seguir el antiguo recorrido por el arcén de Alfonso Molina en dirección salida. “Esta vez había poca vigilancia policial -comentó un expropiado– y primero nos dijeron que podíamos hacer una cosa, luego otra y al final nos dejaron hacer lo que quisimos”. El resultado fue el atasco que entre las dos de la tarde y las tres y veinte de la tarde bloqueó la salida.

más protestas
Los expropiados que aún residen en sus casas en los terrenos donde un día se levantará el Ofimático advierten que continuarán con sus protestas, para las que cuentan con el apoyo de Stop Desahucios, hasta que reciben una solución del alcalde, Carlos Negreira, como les prometió en junio. “Desde entonces no ha habido ningún cambio, aunque nos han dicho que el alcalde está interesado en encontrar una salida a este problema”, explica un expropiado.  
Todos viven con la amenaza de un desalojo forzoso a medida que las obras del Parque Ofimático se acercan a sus hogares. Por eso piden al Ayuntamiento otro lugar donde vivir.