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sábado | 20 abril | 2024
redacción > a coruña
Los oftalmólogos del hospital coruñés Santa Teresa avisan sobre los problemas que puede desencadenar una exposición excesiva al sol sin la protección ocular adecuada. En este sentido, mantienen que esta práctica puede desencadenar enfermedades graves para los ojos. Los profesionales inciden, además, en la necesidad de usar gafas de sol desde los primeros años de vida, para proteger con mayor cuidado los ojos de los más pequeños.
El doctor Enmanuel Barberá subraya que hay que tener especialmente celo con los niños y protegerlos, pues debido a que el cristalino de éstos está en formación, permite el paso mayor de la radiación, llegando directamente a la retina y pudiendo causar varios daños. El doctor añade que los niños deben protegerse especialmente con la utilización de gafas de sol homologadas con filtros UV y reforzar la protección con gorras con visera, ya sea en la playa, en la piscina o en la montaña.
Recomendaciones > Según el consejo de los expertos, se deben proteger más los ojos entre las diez de la mañana y las 14.00 horas, que es cuando más radiación UV se recibe.
Los oftalmólogos alertan de que la exposición a la luz utravioleta se ha relacionado con el desarrollo de enfermedades como la queratitis actínica, que aparece por exposición a la radiación solar intensa sin protección. Ésta, avisan, suele manifestarse con dolor, fotofobia, lagrimeo y ojo rojo.
También otras enfermedades como cataratas, degeneración macular asociada a la edad, alternaciones corneales y melanoma uveal están relacionadas con la exposición al sol y es importante resaltar que muchas de ellas se relacionan con la cantidad recibida en los primeros años de vida, aseguran los oftalmólogos del hospital coruñés.
Por todo ello, se ha extendido la recomendación a los ciudadanos sobre el uso de gafas de sol desde los primeros años de vida. Los facultativos explican que existen dos tipos de filtros para usar: los de densidad neutra, que filtran la luz según el porcentaje de absorción; y los filtros absorbentes, que filtran las longitudes de ondas de forma predecible.
A la hora de recomendar la adquisición de uno u otro, los expertos se decantan por el segundo tipo. Los mejores son estos últimos, pues podemos eliminar los incrementos de dispersión de luz producida por el cristalino, y además nos permiten filtrar determinadas longitudes de onda que son más dañinas para el ojo, aseveran.
Además de la falta de protección, cuya solución está al alcance de los ciudadanos, existen otros factores que interfieren en la aparición de problemas oculares como son el deterioro de la capa de ozono, que da como consecuencia un alto incremento en la intensidad de los rayos.
