La estación de San Cristóbal supera los niveles permitidos de radón

La estación de San Cristóbal supera los niveles permitidos de radón
Las obras de reparación de la cubierta se desarrollan desde hace casi un mes | javier alborés

Los trabajadores de la estación de San Cristóbal llevan casi un mes soportando las incomodidades de la renovación de la cubierta de la terminal, pero esta semana se han encontrado con el anuncio de que tienen que preocuparse de algo más grave que del ruido: el radón: Prevención de Riesgos Labores ha alertado a todos los trabajadores del gabinete de circulación de A Coruña que se ha detectado una concentración de ese gas de 656 becquereles por metro cúbico, lo que excede las medidas consideradas como seguras.
El radón es un gas noble, de naturaleza radiactiva y cancerígeno que encuentra en el suelo de las zonas graníticas (lo que afecta especialmente a Galicia), en aguas de montaña no depuradas, en materiales de construcción y en las paredes rocosas de multitud de cuevas. De momento, las mediciones se realizaron solo en las oficinas del gabinete de circulación (las oficinas de información y donde se expenden los billetes) pero es muy posible que toda l a estación esté afectada.
El nivel de referencia recomendable es solo algo menor (600 becquereles por metro cúbico), así que la primera medida preventiva es “ventilar, tanto como sea posible, el lugar de trabajo, procurando que abrir puertas o ventanas a ambos lados”. Será necesario hacer nuevas mediciones y, según Riesgos Laborales, dependiendo de los resultados que arrojen se valorarán otro tipo de acciones.
En las oficinas
Fuentes de la estación señalan que los trabajadores son obviamente los más afectados, puesto que permanecen horas en el interior de las oficinas, mientras que los viajeros apenas corren peligro. Muchos achacan la aparición del radón a las obras que se están realizando en la cubierta de uralita: los trabajos incluyen la limpieza del granito de las paredes, decapación de pintura de las estructuras y la vigas metálicas y el amianto la uralita.
Dentro de la terminal es posible ver a los obreros de Construcciones Vilor vistiendo equipos de protección individual que constas de un traje hermético y calzado y las estructuras metálicas cubiertas de plástico. Las obras continuarán durante un año y a ellas Adif dedicará 1.220.496 euros. No solo se trata de mejorar las prestaciones de la cubierta y garantizar su conservación, sino preparar el camino para integrarlo cuando se construya la futura estación intermodal. l

La estación de San Cristóbal supera los niveles permitidos de radón

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