Los escolares coruñeses reclaman la paz

Porque la paz sigue siendo la gran asignatura pendiente, miles de alumnos de centros educativos coruñeses la reclamaron con mosaicos humanos, bailes, carteles, discursos y marchas.
El 30 de enero, Día Internacional de la Paz, no pasó desapercibido en la ciudad gracias a los escolares de colegios como Maristas, Jesuitinas, Compañía de María o La Grande Obra de Atocha. Este último quiso implicar al barrio en la reivindicación del fin de la violencia en cualquiera de sus manifestaciones y al grito de “queremos la paz” sus mil doscientos estudiantes recorrieron las calles aledañas al centro educativo a media mañana cogidos de la mano y con la palabra “paz” escrita en carteles en 29 idiomas. Los vecinos respondieron al mensaje inmortalizando la escena con las cámaras de sus teléfonos y desde coches y autobuses se acompañaron las voces de los niños con sonidos del claxon.
Otros conductores se habían encontrado poco antes con más seiscientos chavales, los de Maristas, que realizaron una marcha hacia Jesuitinas atravesando la avenida de Alfonso Molina. Portando emojis que invitaban a la simpatía y la confraternización, los alumnos llamaron la atención de cuantos se encontraron a su paso. Una vez en el destino, se unieron a sus compañeros del colegio Jesuitinas para pedir un mundo sin odios, sin olvidarse de soplar las velas para celebrar el cincuenta aniversario de la institución educativa de la avenida de Nueva York.
Con música y convertidos en superhéroes, los estudiantes de Compañía de María dedicaron buena parte de la mañana a recordar de forma divertida que acabar con la violencia es un objetivo con que todos tenemos que implicarnos.
En otros centros la celebración se adelantó a la fecha oficial. Los más pequeños del colegio Obradoiro –de los ciclos de Infantil y Primaria– se unían el lunes en un símbolo y el Calasanz llenaba el viernes su pabellón polideportivo con todos sus alumnos en un acto en el que el deporte fue el canal para dejar claro que los escolares coruñeses quieren un futuro de paz.