Encuentran el “Tabar” casi intacto a 22 metros de profundidad, pero no al tripulante desaparecido

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 A pesar de todos los medios con los que contó Salvamento Marítimo, no fue posible localizar ayer al marinero desaparecido en el naufragio del buque hundido frente al faro del dique de Abrigo tras chocar a las diez de la noche del miércoles con un mercante, el “Estesky”, cuando ambos buques trataban de acceder al puerto. A la espera de los resultados de la investigación, la espesa niebla impidió que el “Tabar” se percatase de que estaba en una ruta de colisión y el pesquero, de solo 11 metros de eslora, fue hundido por el mercante ocho veces mayor. Tres de los cuatro tripulantes fueron rescatados y solo uno de ellos permanece hospitalizado. La búsqueda del cuarto, Sergio Romay, continuará hoy, por segundo día.

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  En cuanto hubo luz suficiente, los servicios de emergencia reanudaron la búsqueda de Sergio Romay, el pescador de Malpica de 26 años que desapareciera en la colisión de su barco con un mercante  a las diez y veinte de la noche del miércoles, a escasos 400 metros del faro que remata el dique de Abrigo. Pasadas las nueve de la mañana, a pesar de que la niebla persistía, los buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil habían conseguido registrar el interior del barco hundido a 22 metros de profundidad, sin resultado. “Miramos en todos los compartimentos pero no estaba allí. Luego trazamos un círculo de cincuenta metros de radio alrededor del casco, y nada”, explicaba uno de los agentes, David Redondo, aún con traje de neopreno.
Se temía que el “Tabar”, un pesquero de madera de solo 10,84 metros de eslora, hubiera quedado destrozado por el impacto con el casco de hierro del “Estesky” un mercante con un largo de 88 metros, a pesar de que no chocaron de frente, dado que los dos trataban de entrar en el puerto cuando tuvo lugar el abordaje. Sin embargo, Redondo aseguró que el casco estaba prácticamente intacto: “Tenía una vía en la banda de estribor, un poco hacia popa, pero nada más”.
El Ideal Gallego-2011-10-07-002-da39398dEso significa que el mercante habría podido empujar solo con su masa al “Tabar” hacia el fondo antes de que los cuatro hombres que lo tripulaban tuvieran tiempo de reaccionar. Dos de ellos fueron salvados por la lancha del práctico que estaba conduciendo al “Estesky” al muelle y, poco después, el tercero fue rescatado por el velero holandés “True Companion”. Sin embargo, Sergio Romay no aparecía por ningún lado, a pesar de que no sólo se sumaron medios de Cruz Roja, Salvamento Marítimo y Guardia Civil, sino dos pesqueros que faenaban por la zona. También se examinaron las redes de pesca sin descubrir el cuerpo de Romay enredado en ellas.

Por la bahía > Por eso los servicios de emergencia habían supuesto que el pescador podía encontrarse dentro del pecio, una hipótesis que descartó el primer registro. Un grupo de buzos de Salvamento Marítimo sustituyó a los miembros del Instituto Armado, ampliando hasta los cien metros, y luego los hombres rana de la Guardia Civil les sustituyeron a su vez, suponiendo que la fuerte mar de fondo pudo haberse llevado el cuerpo del náufrago. Ya cerca de las dos de la tarde, cuando por fin la niebla pareció dispersarse, pudo salir por fin el Helimer, pero el helicóptero de rescate no encontró ni rastro del náufrago a pesar de que, durante la tarde, se mantuvo la búsqueda por toda la bahía.
Lanchas y helicópteros cesaron en sus esfuerzos pasadas las siete de la tarde, pero desde Salvamento Marítimo advirtieron de que la búsqueda se reanudará a primera  hora de hoy. Si esta jornada resulta tan infructuosa como la de ayer, lo habitual es suspender el operativo.

 

Encuentran el “Tabar” casi intacto a 22 metros de profundidad, pero no al tripulante desaparecido

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