En un paraíso de las letras donde el curioso “pica” pero de una forma más selectiva

En un paraíso de las letras donde el curioso “pica” pero de una forma más selectiva
los coruñeses se animaron con el buen tiempo a visitar la feria

En el mismo paraíso de los libros, los superhéroes se visten la capa para estar impecables ante los curiosos que “pican” de forma selectiva. El 10% de descuento que ofrecen los ocho participantes en la Fiesta del Libro invita a consumir en literatura pero si antes los coruñeses se llevaban tres, ahora solo compran uno.

De ahí que las novedades se pongan la pajarita. Entre la biografía de la Duquesa de Alba y lo mejor de Manolito Gafotas transcurre una finísima línea. En Arenas, María Dueñas coge carrerilla con su última entrega “Misión Olvido”. Dice el encargado que la escritora está en la pomada. Seguida a pocos metros por “El despertar de la señorita Prim”, donde una Natalia Sanmartín hace protagonista a una bibliotecaria encargada de poner orden a las estanterías del Hombre del Sillón. Además, el fallecido Stephane Hessel se coloca en el pelotón con una nueva dosis de indignación.

Se titula “¡No os rindáis!” y la publica Destino. En medio de la avalancha, Punset acapara un apartado y las dos Rosas, Montero y Regás, tienen una pequeña parcela. Entre tanto, Couceiro despliega su universo en gallego donde junto a un Rivas autobiográfico en “As voces baixas”, se cuela una guía mitológica del país editada por Galaxia, que es perfecta, dice el librero, para los que no suelen consumir letras.

Los buscadores de curiosidades se alían aquí con facsímiles publicados por Edicións do Cerne que tienen que ver con la historia y desaparición de la ciudad de Betanzos o son diccionarios. Junto a ellos, está la reedición de las mejores obras de Rosalía ahora que se cumplen 150 años de “Cantares Gallegos”.

El Patito Editorial las envuelve con ilustraciones muy sugerentes. La feria se adereza con actividades. Los encargados de organizarlas ayer fueron los miembro del grupo scout Hércules, que animaron a los niños a fabricar marcapáginas y globoflexia. En unos jardines que hoy serán palabra y violonchelo a las 12.00 horas. Para seguir haciendo volar a la imaginación.

En un paraíso de las letras donde el curioso “pica” pero de una forma más selectiva

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