Los empleados de la Fábrica de Armas, molestos por la reacción de Defensa

Nuevo capítulo en la historia de la Fábrica de Armas. Y todo por el ultimátum dado por el Ministerio de Defensa a los extrabajadores de Santa Bárbara, que permanecen encerrados en la factoría a la espera de que se convoque el concurso comprometido por el Gobierno central para buscar una salida que permita mantener la actividad industrial en las instalaciones de Pedralonga.
En Defensa piden que la fábrica esté totalmente liberada para convocar el concurso de explotación de Santa Bárbara, y para ello exigen que los empleados pongan fin a su encierro, y abandonen las instalaciones. El plazo era de 72 horas y, concluido ese período y con los exempleados ya fuera de la fábrica, se firmará el acta de retrocesión de las instalaciones por parte de General Dynamics. A partir de ahí, en dos semanas, el objetivo es enviar al Boletín Oficial del Estado (BOE) la convocatoria del nuevo concurso.
Pero el representante de los trabajadores, Roberto Teixido, recriminó ayer al Ministerio de Defensa que no se pusiesen en contacto con ellos, o bien directamente o bien a través de la Xunta o el Ayuntamiento para pedirle que saliesen de la factoría, algo que, por el momento, no están dispuestos a consentir.
“Paréceme unha falta de respeto bestial”, se quejó ayer Teixido, que recordó que el hecho de que se vaya a convocar ahora un concurso por parte de Defensa fue consecuencia de la lucha realizada por los trabajadores durante el último año para evitar que se cerrase para siempre Santa Bárbara. 

explicaciones
“Se entenden que temos que sair que nos digan as cousas”, manifestó el portavoz de los trabajadores, que aseguró que ya pusieron en conocimiento de la Xunta y del Ayuntamiento “a repulsa” de los trabajadores a la acción de Defensa. “Non é normal nin lóxico a forma de actuar”, añadió Teixido, al tiempo que aseguró que los empleados continuarán con sus reivindicaciones hasta que se saque a concurso la explotación industrial de las instalaciones.
“Queremos saber o que está pasando”, reclamó Teixido, que considera que se trata “dun dereito” de los trabajadores. n