Las empleadas de Calviño alertaron a la Xunta antes de acudir a la Policía

Las empleadas de Calviño alertaron  a la Xunta antes de acudir a la Policía
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El trasiego de sobres entre Azentanet, la empresa de Gerardo Crespo, y Caype, la de Eliseo Calviño, era constante. Así lo reconocieron las dos ex empleadas de este último, que destaparon en octubre de 2011 la trama que llevó a la Policía Nacional a montar la Operación “Z”, que puso al descubierto un posible fraude de 20 millones de euros en unos cursos de formación pagados con fondos públicos. Las dos mujeres, que acudieron a declarar ayer, se habrían dirigido primero a la Xunta a denunciar las presuntas irregularidades. Tras un mes sin noticias, decidieron presentar una denuncia ante la Policía Nacional.
En realidad, no está muy claro quién fue el primero en iniciar las investigaciones, si la Consellería de Traballo o la Policía Nacional, aunque desde el gobierno autonómico siempre han insistido en que fueron ellos los primeros. En todo caso, no cabe duda de que fue vital el testimonio de las dos mujeres, aunque no pudieron aclarar en sus declaraciones de ayer algunos puntos por los que se les preguntó. Por ejemplo, qué había en esos sobres.
Según ha trascendido, sabían “por referencias”, que estaban llenos de dinero, pero lo cierto es que nunca llegaron a abrir ninguno, así que se trata de conjeturas. Otro punto importante es que no pudieron confirmar que los cursos no se realizaran. Es más: por lo que ellas saben, todos los ciclos formativos en los que estaba implicada la Confederación de Autónomos y Profesionales de España (Caype) se llevaron a cabo, lo que en un principio beneficiaría a los empresarios imputados.

silencio
Se trata de la primera declaración judicial en este caso, puesto que, aunque esta semana también acudió a los juzgados el principal imputado, este se limitó a decir a la jueza que se acogía a su derecho a guardar silencio.  Gerardo Crespo .
La razón de que Crespo se negara a realizar una declaración es que falta el informe de Hacienda, que lleva preparando desde hace año y medio y que serviría para probar otros cargos.
“Hasta que no esté, no sé de lo que me acusan, y la jueza ha reconocido que tengo razón”, aseguró Crespo. De esta manera, el proceso judicial comenzaba en falso, a pesar de las “muchas ganas de declarar” del empresario, que aprovechó para reivindicar su inocencia y asegurar que sus cursos “están auditados y fiscalizados por la Xunta”.
Sobre el tema de quién comenzó a investigar primero las presuntas irregularidades, Crespo asegura: “La conselleira y el presidente mienten, ellos no fueron los primeros en mandarnos al fiscal, sino las empleadas de Caype”. Cuando se enteraron de lo que ocurría, en la Xunta dejaron de cogerle el teléfono, lo que dolió al empresario, afiliado del PP desde hace muchos años y que ahora se ha vuelto contra el que fue su partido. “El PP es la corrupción crónica y la deslealtad generalizada”, clama. También dejó entrever en un comunicado que el tráfico de influencias es la norma habitual en la Xunta: “O estás con los amigos o no estás”.

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