Empiezan las obras en la cárcel a la espera de resolverse el recurso del PP

Las obras que le darán una segunda vida a la vieja prisión dieron comienzo esta semana con el vallado pertinente del perímetro a reformar y la instalación de un caseta de la constructora encargada, Ángel Jove. Sin embargo, oficialmente los encargados de llenar de contenidos el recinto no tienen una confirmación oficial del inicio de los trabajos y están a la espera de conocer qué tipo de consecuencias “temporales” puede acarrear la presentación por parte del PP de un recurso, en el que la oposición alega que en la adjudicación del proyecto al colectivo hubo amiguismo.
En este sentido, desde Proxecto Cárcere esperan que este documento no retrase el arranque de un centro puesto a la ciudadanía para llenarlo de contenidos de tipo social y cultural con una primera fase de rehabilitación, que permitirá su uso en parte. La actuación tendrá una duración de cerca de 56 días, por lo que si todo se ejecuta en plazo, la antigua cárcel podría dispensar actividades antes de que acabe 2017. A día de hoy, el precintado impide el acceso al edificio.

La polémica por la adjudicación a Proxecto Cárcere se dio tras conocerse que algunos de los miembros de Marea figuraban en un listado de personas y colectivos que conformaban esta entidad como los concejales Xiao Varela, Rocío Fraga y Claudia Delso; el jefe de gabinete del alcalde, Iago Martínez; el diputado de En Marea Antón Gómez-Reino; y otros cargos y militantes. Esto llevó al grupo popular a presentar en el registro municipal un recurso de reposición reclamando la nulidad de la adjudicación del uso de la antigua cárcel a la entidad por “irregularidades”.
Por su parte, el colectivo aseguró que hay más vida que los partidos políticos en las redes sociales y que ellos defienden una sociedad civil activa. Su principal objetivo es que este espacio sea utilizado gradualmente, dándole uso de acuerdo a las necesidades de la ciudadanía.
Su modelo de gestión pasa porque sus puertas estén siempre abiertas para todos, y especialmente para aquellos proyectos e iniciativas que puedan encontrar más dificultades en otros lugares más convencionales. Se trata de transformar la antigua prisión provincial en un punto de convivencia libre, donde primen los usos sociocomunitarios, culturales, artísticos y educativos y en el que la memoria histórica de la cárcel esté siempre presente