Ellos sí que juegan en la Champions League

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Reportaje de marta garcía márquez

COMPLEJO DEPORTIVO DE RIAZOR “ADESTRANDO UN SOÑO”

Son siete clicks como siete sonrisas en un continente donde cuesta menos mover los músculos de la cara porque enseñar diente es una forma de sobrevivir. Gabriel Tizón prefiere realizar fotografías menos dramáticas, por eso recoge las risas más bonitas del planeta porque, al final, pasa que las composiciones llevan el mismo mensaje al primer mundo y la reflexión se planta sobre el cristal del Complejo Deportivo de Riazor, a la misma hora que se juegan los partidos de liga y en el mismo momento en que los coruñeses abandonan la playa y las gaviotas se hacen con su parcela sobre la arena.
En las instantáneas, los pequeños de la costa oeste africana son felices con una pelota de cuero. Ellos se retuercen en campos de tierra sin llevar botas de tacos ni equipación de marca. En contacto con la bola y sobre tierras anegadas, los niños juegan a ser futbolistas de la Champions League. Ellos son las estrellas. Porque todo da igual cuando los balones ruedan por un campo que se llama “Adestrando un soño”. El caso es que no esté pinchado. El resto lo ponen los jugadores sin primas de por medio.
Sin saberlo, estos niños  intentarán meter gol en un mundo de lujos que no entiende la vida sin una visa en la cartera. Los que están sobre el vinilo representan a millones de bajitos que arriesgan su pellejo por llegar a ser un nuevo “Eto’ o” cuando el fútbol funciona como idioma universal aunque con distintas reglas.
Tizón cree que lo bonito de este deporte aquí se desvirtúa en cuanto que los que les dan golpes al balón tienen unos contratos disparatados.
En este sentido, haciendo este tipo de reportaje, el fotoperiodista no deja de ser lo que realmente es, un tío de la calle que no ha encontrado otra opción mejor de aprender que la de viajar. Además, asegura que, a pesar de todo, es muy divertido, y, en este aspecto, hay miles de maneras de enfocar los sitios y no es necesario irse al continente negro para hacer cosas interesantes.
De paso, se convierte en una especie de diligencia con la única carga de una cámara de fotos al hombro con mensaje, que transporta de un continente a otro en forma de sonrisa: “Es más bien una pregunta que le hago a la sociedad y a mi mismo”. Al lado de un estadio donde el Deportivo se hizo más conocido que el marisco gallego, los niños le devuelven el sentido que un día el fútbol perdió entre tanto hombre con maletín.

Objetivo > El objetivo para Tizón tiene que ver con que solo una persona se pare delante de las fotografías a pensar. Eso sería suficiente en un país que está acostumbrado al drama y no se altera cuando salen cientos de muertos por televisión. Los pequeños africanos pasarán todo el verano en tierra atlántica. Sin querer, serán testigos de la primera pretemporada en segunda división del Depor después de veinte años y, sin querer, empujarán la bola con sus ilusiones de los que tienen la misma edad que ellos pero disfrutan del deporte con más medios en el bolsillo.
Por otra parte, el artista agradecía el apoyo de la Concejalía de Cultura, que ya llevó sus composiciones a la calle en una anterior ocasión, donde las madres africanas salieron a la Subdelegación del Gobierno para enseñar su entereza y fortaleza justo al lado de las tiendas de moda. En plena calle Real.


 

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