El tráfico es un caos y circular un tormento

El tráfico es un   caos y circular  un tormento
Pasos de cebra ocupados, ciclistas intercalados, maceteros poco acertados... No es país para peatones

Como dicen los clásicos “una imagen vale más que mil palabras”, y además así, un servidor trabaja menos, dejaremos más espacio al testimonio gráfico y, además, cuatro frases –a las que ustedes pueden añadir sus experiencias y maldiciones – sirven como ejemplos de una situación insostenible.

El plan de movilidad, una de las estrellas del programa electoral del señor alcalde, resulta caro. El segundo plan suma otros quinientos mil euros y a la vista está que todo es humo… Destaquemos el dinero gastado para suprimir la mediana de General Sanjurjo, modelo que ahora se quiere implantar en A Gaiteira y tenemos la foto perfecta.

 

A PIE, MAL SEÑOR GUARDIA

En las aceras el peatón tiene que sortear a las bicicletas, que vienen por detrás, de frente; sobre el paso de cebra o emboscadas en el semáforo. Añadan los árboles y grandes macetas que decoran muchas esquinas y sumen el monopatín y los patines. Unan ustedes las terrazas en aceras bien estrechas y, ocupando otro espacio, motos y coches subidas sobre las mismas. Añadan los coches en las paradas del bus y tienen el cuadro completo…

 

EN COCHE NI LE CUENTO, URBANO

Tenemos la ordenanza de carga y descarga que no se cumple y, ante la falta de vigilancia, el aparcamiento “salvaje” que va desde la doble, y triple, fila hasta tapar la puerta del garaje. Ya una vez en el coche la lucha para circular es similar a una gymkhana…

 

EL TRANSPORTE PÚBLICO, ¡a ESPERAR!

En un escrito la oposición mayoritaria le recordaba al alcalde que el bus subió cinco céntimos a todos los coruñeses incluyendo los parados, pensionistas, discapacitados y estudiantes… Al tiempo el Comité de Empresas de Tranvías denunció en su día que la supresión del carril bus iba a significar – de media en viajes largos – entre diez y doce minutos más de tiempo por recorrido.

Según datos oficiales aumenta el descenso de usuarios (alrededor de doscientos mil; en especial los usuarios más afectados por la supresión del carril-bus) y no se arregló el problema del tránsito, de la circulación. Un bus, con tiempos de espera superior a los tres cuartos de hora, no sirve para nada.

 

EPITAFIO PARA LA AUTORIDAD

Otra de las novedades de nuestro alcalde (la policía de barrio) se desinfló a los pocos días cuando el propio Negreira reconoció que, dada la reducción de guardias entre bajas, vacaciones, fines de semana y el recorte en horas extraordinarias “la cosa” no funcionaba.

En verano, acosado por la oposición y la realidad, reconoció que no existe la policía de barrio.

Sin guardias el tráfico es un caos y circular un tormento. Y cobrar el impuesto de circulación, una estafa.

 

El tráfico es un caos y circular un tormento

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