El temporal obliga a cerrar al público los arenales de Riazor y el Orzán

El Ayuntamiento decretó ayer el cierre de los arenales de Riazor y el Orzán pasadas las siete de la tarde, cuando llegó la pleamar. En la Coraza se encontraba una dotación de bomberos dispuesta a actuar si era necesario, puesto que se había anunciado una alerta naranja debido al temporal y había mareas vivas. Sin embargo, y según fuentes municipales, el resto de la tarde transcurrió sin problemas.
Poco antes de las ocho, cuando las olas llegaron a penetrar más tierra adentro, la espuma apenas mojó la base del Paseo Marítimo, sin que lograra salpicar al público que inevitablemente se encontraba asomado a la balaustrada contemplando el espectáculo.   
También hubo que vedar el acceso al público a Las Esclavas.  A las nueve y media, la marea se había retirado tanto que los bomberos abandonaron su vigilancia y regresaron a su base, pero se mantuvo el precinto policial que prohibía bajar a los arenales, puesto que la alerta por temporal continúa y una nueva pleamar volverá a azotar la costa a primera hora de la mañana. Las autoridades esperan concluir el dispositivo a media mañana de hoy.
Será entonces cuando vuelvan a las playas las máquinas excavadoras que, desde el lunes, se dedican a allanar las dunas de los arenales de la ensenada del Orzán para prepararlos de cara al verano. Sin embargo, con buen o mal tiempo, no se espera que terminen su trabajo hasta dentro de doce días y durante este tiempo el público solo podrá bajar a las playas en las zonas que no estén acotadas para el trabajo de los empleados de la concesionaria de limpieza, Cespa.