El suceso conmocionó el barrio y causó un fuerte atasco en la ronda de Outeiro

  Mientras los agentes de la Policía Nacional tomaban el número 15 de Padre Rubinos, una multitud cada vez mayor se agolpaba a la entrada de la plaza, desafiando la llovizna. En un momento dado se vivieron momentos de tensión, como cuando el padre de los niños de etnia gitana que residen en el primer piso pero que se encontraban en el segundo cuando tuvieron lugar los hechos hizo acto de presencia. Preocupado, exigió a los agentes que le dejaran pasar para poder comprobar por sí mismo cómo se encontraban sus hijas, aunque sus familiares, que también se encontraban allí, le tranquilizaron al comunicarle que se encontraban bien. Una vecina sintetizaba el estado de ánimo de la muchedumbre ante la noticia de que alguien había amenazado con un cuchillo a unos niños: “Si sale por aquí, lo linchan”.

Mientras tanto, los furgones de la UIP y los otros vehículos de emergencia estacionados en la ronda de Outeiro provocaron un fuerte embotellamiento en sentido hacia Alfonso Molina que llegó hasta la rotonda del pavo real.