El Sal Lence recopila miles de tapones de plástico para ayudar a un niño sin un brazo

El Sal Lence recopila miles de tapones de plástico para ayudar a un niño sin un brazo

El colegio de Infantil y Primaria  Sal Lence ha conseguido reunir miles de tapones de plástico para ayudar al  niño portugués al que le falta parte de un brazo. Han sido meses de esfuerzo y trabajo conjunto para los alumnos y sus profesores con el objetivo de mejorar la calidad de vida del pequeño Diogo Farinhoto.
La historia de Diogo, que tiene dos años y reside en la localidad fronteriza de Caminha, salía a la luz la pasada primavera cuando sus padres pedían ayuda para su pequeño que había nacido sin el antebrazo derecho. Desde entonces, más de dos mil ciudadanos anónimos, organizaciones como Cáritas y Cruz Roja, asociaciones de todo tipo y empresas se han volcado para recolectar los tapones que irán destinados a la cooperativa “Dar a sorrir”. Esta cooperativa, que se dedica a actividades relacionadas con el reciclaje, será la encargada de costear la intervención en la cual se le implantará a Diogo una protésis mioeléctrica que permite contar con una extremidad móvil. Para ello ha solicitado un total de 46 toneladas en material plástico.
De todas las campañas puestas en marcha en Galicia, las de los colegios y centros educativos resultan, sin duda, las más destacables. Como en el caso del Sal Lence, donde la iniciativa partió de los propios alumnos. “Unha rapaza de 4º de Primaria coñecía o caso e propúxolle á súa titora xuntar os tapóns. E a nós pareceunos moi boa idea”, explica el director del colegio, Juan Fernández.
A lo largo del primer timestre, todos los alumnos, que tienen entre 3 y 11 años de edad, han ido depositando los tapones que recogían en sus propias casas en cajas distribuidas junto a las aulas. “Todos os días, aparecían tapóns nos corredores e uns nenos voluntarios levábanos para o patio”, comenta Fernández, quien afirma desconocer el número exacto de artículos recolectados. “Xa perdemos a conta”, bromea.

Más participación > De momento, el centro ha reunido una treintena de cajas de tamaño medio y doce garrafas a rebosar de tapones. Una cantidad que se podía duplicar con la aportación del APA del colegio de Uxío López de Cee, que decidió sumarse a la iniciativa. “Xuntaron quince sacos grandes que nos van traer o mércores”, apunta Juan Fernández.
El director del Sal Lence también destaca la colaboración del Ayuntamiento de Coirós que ha cedido una furgoneta para transportar todos los tapones hasta la residencia de la familia Farinhoto. Un traslado que la directiva del centro tiene pensado realizar en los próximos días: “Queremos facer o envío canto antes, independentemente de que sigamos recollendo tapóns, porque xa estamos a ter problemas de espazo”.  
Y es que el Sal Lence se ha quedado pequeño para albergar el fruto de la solidaridad de sus alumnos y de los propios vecinos y establecimientos del barrio de Os Castros, que también han puesto su granito de arena. “Case todos os días atopamos un montón de achegas anónimas na porta do colexio”, afirma Fernández. El docente tampoco se quiere olvidar de la aportación del Chuac que, a través del sanatorio de Oza y de su servicio de Laboratorio, ha donado una importante cantidad de material.

El Sal Lence recopila miles de tapones de plástico para ayudar a un niño sin un brazo

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