El Rally Teresa Herrera convierte María Pita en un gran museo de automóviles

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  redacción>a Coruña

 A las seis de la tarde y puntuales como las agujas de un reloj suizo comenzaban a llegar a la plaza de María Pita los participantes del Rally Teresa Herrera. La tradicional cita, que este año llega a su vigésimosegunda edición, concentró a decenas de automóviles de época que pasearán su cuidada y señorial carrocería por distintos puntos de la ciudad y la comarca durante los próximos dos días.
Los participantes del rally desfilaron con sus coches durante unos minutos bajo la atenta mirada de los curiosos que se acercaron hasta María Pita para admirar algunas joyas de la mecánica que cuentan con hasta ochenta años de vida. Y es que no todos los días se puede ver un Rolls Royce o un Ford-T en perfectas condiciones. Lo mismo dirán los amantes de los Chevrolets o de los simpáticos Minis de los años sesenta. Y por supuesto, no podía faltar la Cenicienta del desfile, el modesto, pero castizo Seat 600.
Los conductores también llamaron la atención del público, al ir caracterizados con la moda relativa a los vehículos que conducían. De hecho, una de las actividades de la jornada fue el concurso nocturno de trajes de época.
Pero, el “auténtico” rally comienza hoy con la salida de la expedición a Betanzos y Oza dos Ríos. De vuelta en A Coruña, los Cantones serán el escenario de un particular eslálom donde los conductores demostrarán que, además de una impresionante carrocería, sus coches tienen aún mucha vida bajo el capó. La jornada terminará con una cena en el Palacio de la Ópera.


 

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