El público colapsa los mercados municipales pese a que el kilo de sardina alcanzó los 20 euros

El público colapsa los mercados municipales pese a que el kilo de sardina alcanzó los 20 euros
las sardinas fueron ayer el pescado más demandado javier alborés

Una madrugada más el mar y la Lonja volvieron a fallar a los placeros coruñeses, que tuvieron que elevar el precio del kilo de sardina hasta los 20 euros. Aunque los clientes criticaron la carestía, desde El Muro reconocieron que hubo muy poca sardina y que las cajas de 15 kilos oscilaron entre “los 160 y los 198 euros”. Aún así el conjunto de los placeros se hizo con una buena cantidad y cerraron una venta aceptable aunque no como las de antaño.
Los mirones se hicieron notar en las plazas de abastos en la jornada previa a San Juan, si bien la mayoría de los consumidores optaron por llevarse las sardinas aunque la nueva caída en la descarga encareció el producto.
A primera hora de la mañana, Fernando Muíños, del departamento de cancha de la Lonja de A Coruña, explicaba que “llegó muy poquita cosa; por la tarde-noche entre 280 y 300 cajas y por la mañana tan solo unas 60”. El representante de la instalación lamentaba ver como “unas 1.000 personas pujaron por 60 cajas” que al final, en su mayoría, se fueron a las grandes superficies. Los precios por cada 15 kilos se fueron hasta los 198 euros.  

venta desigual
Pese a todo hubo placeras que madrugaron y consiguieron hacer frente a los pocas reservas que aceptaron. “Salieron de la lonja a 15 euros el kilo más el IVA, así que solo vendo los encargos sin ganarle nada; no voy a vender a los demás para que me llamen ladrona”, afirmaba la responsable de Mariscos Dory, en la plaza de San Agustín.
En As Conchiñas, el ambiente se multiplicó porque consiguieron ajustar el precio a 13 euros gracias a la elección de una calidad intermedia. “La gente está dispuesta a pagar lo que sea por llevar la sardina hoy”, afirmaban en la Pescadería Isabel, algo que corroboraron en la Pescadería Sonia de Elviña.
En esta última, a primera hora de la mañana habían vendido casi “100 y pico kilos” que consiguieron a base de pasar toda la noche en el muelle a la espera de la entrada con cuentagotas de los barcos. “Se esperaba más caro, porque el año pasado subió incluso más, y la gente las lleva de buena gana”, reconocían.
En la Plaza de Lugo, sin embargo, la cosa fue por barrios porque aunque hubo quien vendió a 12, 15 y 18 (incluso regalando pan de brona como promoción especial), la mayoría de las pescaderas elevaron los costes a los 20 euros porque las sardinas fueron de un tamaño importante. La explicación la tenían en que los precios fueron subiendo en las subastas a medida que avanzaba la madrugada en contra de lo que se esperaba.
“Al final no se le gana nada”, decía una pescadera, y ese era el sentir general de casi todos, mientras otra afirmaba que solo consiguió ejemplares medianos a 100 euros la caja.
Pese al baile de precios hubo muchos coruñeses que defendieron la importancia de mantener la tradición costase lo que costase. “Hay que ser fieles a la sardina porque tiene mucha vitamina D y Omega 3”, afirmaba un comprador, mientras otra rechazaba el churrasco para esta época. “¡Qué menos que respetar a tradición!”, zanjó un tercero mientras le pesaban sus sardinas. n

El público colapsa los mercados municipales pese a que el kilo de sardina alcanzó los 20 euros

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