El primer temporal del año deja un rastro de 70 incidentes en la ciudad

El primer temporal del año deja un rastro de 70 incidentes en la ciudad
fragmentos de uralita obligaron a cortar la calle de la merced, en o castrillã³n, durante la mayor parte del dã­a javier alborã©s

La ciudad vivió ayer una jornada llena de sobresaltos tras el paso de primer temporal del año, el “Gong”. La ciclogénesis explosiva hizo honor a su nombre y dejó a su paso un rastro de cristales rotos, uralitas caídas y andamios colgando como un testimonio de la fuerza de sus rachas de viento, que llegó a alcanzar los cien kilómetros por hora. Los servicios de emergencia tuvieron que multiplicarse para acudir a todas los sucesos que tuvieron lugar por la mañana. En total, la Concejalía de Seguridad Ciudadana calcula que tuvieron lugar más de 70 incidencias.

La mayoría de ellas tuvieron lugar por la mañana, cuando el viento comenzó a dejarse sentir después de una noche lluviosa pero libre de incidentes, en la que los bomberos solo tuvieron que abandonar el parque de A Grela en una ocasión, para achicar el agua que se había formado en el desvío de Matogrande hacia Pocomaco. A las seis de la tarde la situación comenzó a cambiar y puso a prueba al dispositivo de seguridad. En ciertos momentos, los bomberos tuvieron cinco emergencias distintas al mismo tiempo.

Algunas fueron bastante graves, como la de la Torre Hercón, el edificio más alto de la ciudad, donde la valla que rodeaba la azotea de su base cedió al empuje de las fuertes rachas y parte de la estructura metálica acabó colgando sobre la acera. Fue uno de los incidentes más destacados que tuvo lugar durante la mañana, pero los bomberos se vieron liberados de él porque la propia empresa constructora se ocupó de retirar la parte dañada del andamio.

 

Los más castigados

El viento dominante del noroeste castigó sobre todo la zona norte de la ciudad, la avenida de Ejército, el barrio de Os Castros, Cuatro Caminos y Monte Alto, y allí se acumularon muchas de las incidencias que se tuvieron que solventar, pero también se abrieron otros frente en Los Rosales y el Paseo Marítimo, en donde se vieron afectados algunos árboles.

La Policía Local también tuvo que enfrentar varios problemas por el tráfico, porque el temporal afectó a la red semafórica y hubo hasta tres calles cortadas debido a sucesos relacionados con el mal tiempo. Por ejemplo, la calle de la Isla de Sálvora, en Novo Mesoiro, fue cerrada por el peligro que suponía que una caseta de obra hubiera sido volcada por las fuertes ráfagas de aire, e igual la de Canceliña, en Agra do Orzán, por la posible desplome de un árbol sobre la acera. Aún así, desde el 092 puntualizan que se trataba de incidentes en calles poco importantes y que no hubo que grandes alteraciones en un tráfico bastante escaso. “Tampoco hubo accidentes. La gente tuvo prudencia y condujo con cuidado”, comentaron desde el cuerpo municipal.

La situación de emergencia continuó durante toda la tarde, en parte porque la resolución de muchos de los incidentes se dejó “en cola”. Es decir, pendiente, a la espera de que mejoraran las condiciones meteorológicas. Y es que el viento era tan fuerte que los bomberos solo pudieron trabajar a ras de suelo, porque era imposible emplear las autoescaleras, alguna de las cuales permite elevarse a 42 metros, como en el caso de la calle de la Merced. “A esa altura –comentaron en bomberos– la cabina se agita a un lado y a otro, y más si sujetas un trozo de uralita”.

La lluvia también contribuyó al caos: no solo provocó el desbordamiento del río Mesoiro, que anegó varias viviendas, sino que alrededor de 20.30 horas, causó el derrumbe de uno de los taludes de la Tercera Ronda: un tramo de unos cuatro metros de largo, situado en dirección salida en tre la rotonda de Pavo Real y el puente de Penamoa. La tierra invadió la calzada lo que obligó a la Policía Local a destacar un coche patrulla y cortar dos carriles. Fue uno de los últimos incidentes de una jornada muy larga.

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