El primer regalo fue el espectáculo

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  Reportaje de r.l.    .

LA CABALGATA ¡YA ESTÁN AQUÍ!

La noche pasada ha sido en la gran mayoría de los hogares coruñeses la más esperada y especial de todo el año. La ilusión de los más pequeños ante la llegada de los Reyes Magos de Oriente comenzó a primera hora de la tarde con el inicio de la tradicional cabalgata, que este año presentaba importantes novedades y que resultó ser un espectáculo vistoso casi teatral.

Ya que este año han dejado en A Coruña la Alta Velocidad, Melchor, Gaspar y Baltasar escogieron la estación de San Cristóbal para presentarse. Allí, en el andén, el alcalde hizo de anfitrión, algo nunca visto en anteriores mandatarios. Desde ese momento, las doce carrozas que integraban la cabalgata comenzaron a recorrer las calles de A Coruña, desde la estación de tren hasta la plaza de María Pita. Pero antes de arrancar, la estación fue ya una fiesta al estilo del Circo del Sol.

Bosque encantado > La cabalgata de este año llenó la ciudad de ilusión, no solo por la presencia de los tres Reyes Magos, sino porque junto a ellos desfilaron mas de 600 personajes mágicos como hadas, duendes y otras criaturas de los bosques, además de los pajes personajes de sus Majestades. Todos ellos conformaron una colorida y animada comitiva que logró sorprender y emocionar a los miles de coruñeses que no quisieron perderse uno de los mayores espectáculos del año.
Durante el recorrido, los participantes repartieron más de 4.000 kilos de caramelos entre todos los asistentes. Una vez finalizado el itinerario, los Magos fueron recibidos por el alcalde, Carlos Negreira, en el Ayuntamiento, y juntos salieron al balcón del Palacio Municipal para dirigirse a los niños de la ciudad. Melchor, Gaspar y Baltasar recordaron a los pequeños la importancia de ser buenos y de irse pronto a dormir.
Este año nadie fue capaz de sacarle un parecido razonable, quizá porque los Magos se “disfrazaron” de ciudadanos anónimos. Tras el saludo real, la plaza de María Pita estalló en música y confeti. Mucho confeti.
Mucha ilusión para dejar claro que conseguirlo es cuestión de desearlo. Un mensaje regio que suena a lo de siempre, pero con la que está cayendo no está de más recordarlo.

 

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El primer regalo fue el espectáculo

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